El efecto Latino del Papa Francisco a los cinco años de su pontificado

Por Hosffman Ospino
Catholic News Service

El Papa Francisco fue elegido hace cinco años el 13 de marzo del 2013. Dos características suyas llamaron la atención de muchos: Es el primer jesuita y el primer Latinoamericano en la historia en ser elegido Papa.

¿Qué clase de liderazgo ejercería un Papa jesuita y Latinoamericano? ¿Haría alguna diferencia en su manera de obrar el hecho de ser jesuita y Latinoamericano?

Cada Papa trae algo de novedad y frescura a este ministerio. En cinco años, el Papa Francisco ha inspirado de manera única a los cristianos — y, curiosamente, a personas no cristianas e incluso a personas que no practican religión alguna — a acercarse al catolicismo con actitud renovada.

Escritores y comentadores pronto comenzaron a usar la expresión el “efecto Francisco”. La expresión ha servido como instrumento para medir el impacto de la visión, estilo, políticas, selección de personal, escritos, viajes, palabras y muchas otras acciones del Papa Francisco.

El papa Francisco visita la Casa di Leda, un hogar para prisioneras y sus niños menores, en Roma el 2 de Marzo. La visita fue una de las obras de misericordia que el papa realiza algunos Viernes. (Foto CNS-Vatican Media)

Sin embargo, tenemos que reconocer que la idea de un “efecto Francisco” tiene ciertas limitaciones. Uno, nos encontramos ante un pontificado todavía muy joven. Dos, la expresión puede confundirse con nuestros propios anhelos y frustraciones como católicos, poniendo expectativas poco realistas sobre alguien llamado a guiar una institución que tiene casi dos mil años de historia.

Tres, aunque vemos destellos de reformas interesantes, estas reformas todavía necesitan más tiempo para producir efectos reales que se puedan medir. Es importante que nos abstengamos del inmediatismo característico de nuestra cultura. Cinco años parecen ser bastante tiempo, aunque resulta no siendo mucho desde una perspectiva histórica.

Después de cinco años, creo que sí hay un “efecto Francisco”, aunque me parece demasiado pronto para declarar prematuramente júbilo o desilusión. La paciencia es una buena virtud que nos permite discernir hacia dónde nos guía el Espíritu Santo como iglesia. Tal como lo pidió, sigo orando por él.

Mientras tanto, durante estos años ha habido otro efecto asociado con el Papa Francisco, el cual ha recibido poca atención: el efecto Latino.

El Papa Francisco es un Papa Latino. Su elección nos recordó que cerca del 40 por ciento de todos los católicos en el mundo viven en América Latina y el Caribe. También nos recuerda que más del 40 por ciento de los católicos en los Estados Unidos son Latinos.

El uso frecuente del Español por parte del Papa ha dado a este idioma gran prominencia en el mundo católico. Son bien conocidos las categorías y términos Latinos y Latinoamericanos, incluyendo palabras y sentidos nuevos, que ha hecho parte de las conversaciones sobre evangelización.

Pero el efecto Latino es mucho más profundo y substancial que el uso del Español o de términos novedosos aquí o allá.

El Papa Francisco ha inspirado una nueva ola de reflexión teológica latina y Latinoamericana al servicio de toda la iglesia. A la vanguardia de esta teología se encuentran pensadores con profundas raíces latinas y Latinoamericanas, escribiendo en Español y otros idiomas.

No es un secreto que muchos de los consejeros, consultores y asistentes más cercanos del Papa son Latinoamericanos. Estamos siendo testigos del forjamiento de una teología “en Español” con propuestas interesantes para la investigación teológica y la práctica pastoral.

En los Estados Unidos, iniciativas como el Quinto Encuentro Nacional de Ministerio Hispano/Latino, el cual involucra actualmente cientos de miles de católicos en actividad misionera, toma su inspiración directamente de la sabiduría y visión del Papa Francisco en términos de evangelización.

El efecto Latino también se hace manifiesto por medio de interrogantes, fuentes y prioridades que el Papa ha propuesto a la comunidad católica y al resto del mundo.

Partiendo de lo mejor de su experiencia Latinoamericana, el Papa Francisco ha dado vida nueva de una manera muy efectiva a conversaciones urgentes sobre la pobreza, las migraciones, la defensa de la vida, la evangelización de los jóvenes y el cuidado del orden creado, entre otras.

El efecto Latino es real y fascinante, un regalo para toda la iglesia.

Hosffman Ospino es profesor de teología y educación religiosa en Boston College. Es miembro del equipo de liderazgo del Quinto Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina.

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Author: Catholic News Service

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