Preparándonos para vivir el Adviento

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

“Estar preparado.”

Obispo Donald J. Kettler es el novena Obispo de la Diócesis de St. Cloud, Minnesota.

Esta frase es el lema de toda la vida de los Niños Exploradores de América, (Boy Scouts of America). He estado involucrado en el Movimiento de los Niños Exploradores toda mi vida, primero como joven, y luego como sacerdote y obispo apoyando las valiosas oportunidades que las actividades de los exploradores brindan a los niños/as y jóvenes. Pienso que los Exploradores, no deberían ser los únicos que toman en serio el lema; me parece que “Estar preparado”, es un buen consejo para todos nosotros, especialmente cuando entramos en la temporada del Adviento.

“Prepárate” es un recordatorio para preparar nuestras mentes y cuerpos para hacer lo necesario para vivir una vida santa y significativa. ¿Qué esto significa?, estar listo para ayudar y apoyar a otros cuando lo necesiten. “Estar preparado” es el corazón del Adviento, es un tiempo para prepararnos para la venida de Cristo, como un bebé en el pesebre en la Navidad y en su segunda venida al final de los tiempos.

Las lecturas del Evangelio los primeros domingos de Adviento nos recuerdan esta necesidad de preparación: 

  • “¡Estén Preparados!” El Evangelio de Mateo nos recuerda en el primer Domingo de Adviento, el primero de Diciembre. Estén vigilantes, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora menos pensada. 
  • En el segundo Domingo del Adviento, Mateo escribe sobre Juan el Bautista y su clamor “una voz grita en el desierto”, “¡Arrepiéntanse, porque el Reino de los Cielos está cerca!” Juan es “la voz de alguien que llora en el desierto, preparen el camino del Señor, enderecen sus caminos”. 

¡Estén vigilantes!, ¡Estén preparados!, ¡Arrepiéntanse! La escritura de Mateo está llena de urgencia: Jesús podría venir en cualquier momento, tal vez incluso hoy. ¿Están listos para conocerlo?

El Adviento nos ayuda a prepararnos para encontrarnos con Jesús. Es una oportunidad para alejarse de las distracciones de la temporada festiva comercializada, calmar nuestras mentes y corazones, y volver a centrarnos en nuestra relación con Dios. Podemos prepararnos pasando más tiempo en oración, tomándonos un tiempo extra para leer y reflexionar sobre las lecturas de las Escrituras de la temporada y orando diariamente alrededor de una corona de Adviento. También es una oportunidad para aprovechar el sacramento de la penitencia para recibir la misericordia y el perdón de Dios en los momentos en que nos hemos quedado cortos en nuestra relación con Él y con quienes nos rodean.

Y, mientras nos preparamos para la venida de Cristo en la Navidad y al final de los tiempos, no olvidemos prepararnos para los momentos en que nos encontramos con Cristo de otras maneras: en la Eucaristía y en los rostros de las personas que encontramos cada día, especialmente aquellos en los márgenes. Cuando somos amables y misericordiosos con los pobres, los inmigrantes, los enfermos y los prisioneros, enderezamos nuestro propio camino hacia la santidad y el discipulado.

Si nos esforzamos por vigilante, “estar preparados”, profundizaremos nuestra experiencia en esta temporada sagrada.

Que tengan un bendecido Adviento y una feliz Navidad. 

Sinceramente suyo en Cristo,

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Author: Bishop Donald Kettler

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