Racismo: Reflexionar, revelar, reconciliar

ESTADOS UNIDOS NOS DICEN EN SU DOCUMENTO “ABRAMOS NUESTROS CORAZONES”, “El racismo todavía afecta profundamente nuestra cultura, y no tiene lugar en el corazón cristiano”. Este mal causa un gran daño a sus víctimas y corrompe las almas de quienes albergan pensamientos racistas o prejuiciosos”.

En un momento de tanta división e inquietud, las Escrituras ofrecen una guía para nuestras vidas y un lugar donde todos son bienvenidos. Le invitamos a leer estos pasajes, preguntas de reflexión y oraciones. Pregúntense: ¿Cuándo he sido un instrumento de paz y, por el contrario, ¿Cuándo no he reconocido la dignidad del otro? Ofrecemos esto como un recurso para la reflexión, la revelación y la reconciliación.

FILIPENSES 2: 3-4

3 No hagan nada por rivalidad o vanagloria. Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que el mismo. 4No busque nadie sus propios intereses, sino más bien preocúpese cada uno por los demás.

Para reflexionar: ¿Me he tomado el tiempo para ponerme en el lugar de otro? ¿Me he preguntado cuál podría ser la experiencia de la otra persona? ¿He puesto las necesidades de otros antes que las mías?

Oración: Señor, por las veces que no te he puesto primero, por las veces que no he servido a tu pueblo primero, por las veces que he dejado que mis propios deseos superen las necesidades de otro, te pido perdón. Fortalece tu voluntad en mí. Amén.

GÉNESIS 1: 26-27

26 Entonces Dios dijo: “Hagamos a la humanidad a nuestra y semejanza. Que tengan dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, los animales salvajes de la tierra, y los reptiles que se arrastran por el suelo”.

27 Así que Dios creó a la humanidad a su imagen, a imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó.

Para reflexionar: ¿Cómo veo a las personas que son diferentes a mí? ¿Reconozco al Creador en ellos? ¿Cuándo he juzgado a alguien basado solo en su imagen? ¿Cómo puedo buscar a Cristo en aquellos que me desafían a mí o a mis creencias?

Oración: Dios Creador, nos diseñaste a cada uno a tu propia imagen. Ayúdanos a reconocer la singularidad de cada persona y los dones individuales que nos has otorgado. Amén.

1 JUAN 3: 15-16

15 Y entonces todo el que crea en él tendrá por él vida eterna. 16. Porque tanto amo Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

Para reflexionar: ¿Cuándo he odiado? ¿Cuál es la fuente de mi odio? ¿Cómo puedo expresar mis opiniones y juicios para alguien con quien no estoy de acuerdo? ¿Alguna vez he fallado en intervenir cuando he visto una injusticia cometida contra alguien? ¿Cómo debo responder como cristiano?

Oración: Señor, por los tiempos que he odiado, perdóname. Así como entregaste tu vida por mí, ayúdame a dejar mis prejuicios hacia los demás. Amén.

PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN JUAN 4: 19-21

19 Nosotros amamos porque él nos amó primero. 20 Si alguno dice: “Yo amo a Dios” y odian a sus hermanos o hermanas, son mentirosos; para aquellos que no aman a un hermano o hermana a quien han visto, no pueden amar a Dios a quien no han visto. 21 Y nosotros hemos recibido de él este mandamiento: los que aman a Dios deben amar también a sus hermanos y hermanas.

Para reflexionar: ¿A quién no estoy amando? ¿Qué puntos de vista podría tener que me impidan aceptar las diferencias de los demás? ¿Ha habido momentos en los que me he sentido no amado? ¿Cómo me hubiera gustado que me hayan tratado?

Oración: Amado Dios, nos valoras a cada uno de nosotros como tus hijos. No amas a uno de nosotros más que a otro. Lléname con ese amor y ayúdame a cuidar a aquellos que son difíciles de amar. Amén.

1 CORINTIOS 12:13

13 Porque en el mismo Espíritu todos hemos sido bautizados, para no formar más un solo cuerpo: judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Para reflexionar: ¿Mis acciones y palabras reflejan la Palabra de Dios? ¿Mis comentarios y compromisos ayudan a otros a conocer el Evangelio?

Oración: Querido Señor, por las veces que he olvidado que todos somos un solo Espíritu, perdóname. Ayúdame a recordar que, sea lo que sea que haga, y sin importar cómo actúe, necesito ser un reflejo de tu Espíritu para los demás. Amén.

1 SAMUEL 16: 7

7 Pero el Señor le dijo a Samuel: “No mires su apariencia ni su gran altura, lo he descartado; porque Dios no ve como las cosas como los hombres: el hombre se fija en las apariencias externas, pero el Señor ve el corazón “.

Para reflexionar: Si Jesús mirara en mi corazón ahora mismo, ¿Qué vería allí? ¿Podría explicarle mis pensamientos, mis palabras y mis sentimientos? ¿Me he acordado de mirar en los corazones de los demás, o solo estoy mirando sus acciones externas que pueden provenir de sus propias heridas?

Oración: Dios de misericordia, muéstrame lo que hay dentro de mi corazón. Ayúdame a mirar con honestidad y a limpiar las iniquidades que se encuentren allí. Ayúdame a detener cualquier juicio externo y a mirar los corazones como tú lo haces. Amén.

COLOSENSES 3:13

13 Sopórtense y perdónense unos a otros si uno tiene motivo de queja contra otro. Como el Señor los perdono, a su vez hagan ustedes lo mismo.

Para reflexionar: ¿Cuándo han lastimado mis palabras o comentarios a otros? ¿Cuándo me he olvidado de decir la verdad con amor? ¿A quién necesito perdonar por hacerme daño? ¿A quién necesito pedirle perdón?

Oración: Dios que todo lo perdona, mira las veces que he lastimado a otros y concédeme tu perdón. Para aquellos que han pecado contra mí, concédeme la capacidad de perdonarlos. Amén.

  Share:

Author: Catholic News Service

Catholic News Service is the U.S. Conference of Catholic Bishops’ news and information service.

Leave a Reply

*