Una carta a los jóvenes al comienzo de un nuevo año escolar

Queridos jóvenes de la diócesis,

¡Es difícil creer que un nuevo año escolar ya está ante nosotros! Las vacaciones de verano siempre parecen pasar muy rápido. Espero que hayan podido disfrutar muchos de los días cálidos y soleados con sus amigos y familiares. Aunque es posible que estén un poco triste porque el verano está terminando, espero que también estén entusiasmados con sus nuevas clases, actividades extracurriculares y con la posibilidad de reconectarse con maestros y compañeros de clase.

By Bishop Donald Kettler

Sin embargo, algunos de ustedes pueden estar ansiosos por el nuevo año escolar, especialmente si asisten a una nueva escuela, o les preocupa hacer nuevos amigos y no están seguros de qué esperar. Quizás les preocupe un horario de clase difícil. O tal vez estén estresados por equilibrar las responsabilidades en la escuela y en el hogar.

Como estudiante hace muchos años, también me preocupaban estas cosas. Lo que encontré útil, y lo que te recomiendo, es pasar tiempo todos los días con Jesús en oración, incluso si solo son algunos minutos. Jesús mismo sabía lo importante que era la oración. Oraba con frecuencia, y con frecuencia se iba solo para estar con su Padre.

Al igual que Jesús, es importante que pasen un tiempo tranquilo con Dios todos los días. Pueden decir una oración familiar como el Padre Nuestro o el Ave María, pero también pueden hablar con Dios como hablarían con su mejor amigo. Dios les hizo y les ama, y les conoce mejor que nadie. En oración, pueden contarle sus alegrías y sus luchas. Pueden buscar su sabiduría. Y pueden pedirle ayuda cuando estén tristes, enojados o confundidos. No se olviden de reservar un momento de silencio, para que también puedan escuchar lo que Dios les está diciendo.

También es bueno rezar con la familia. Orar juntos en la misa dominical, antes de las comidas, antes de acostarse y en otros momentos ayudará a los miembros de la familia a profundizar su relación con Dios y entre ellos. Hacer de la oración una práctica diaria es una prioridad que establecerá un ejemplo fuerte y duradero para cada miembro dentro de la familia.

La oración es una parte esencial de ser cristiano. Pero si orar no lo tranquiliza, si continúan sintiéndose ansiosos o estresados, si están siendo intimidados o maltratados por otra persona, si les preocupa el bienestar de otro compañero de clase o amigo, infórmele a un adulto en quien ustedes confíen: uno de sus padres, un maestro, un ministro juvenil o pastor. Ellos también les aman. Quieren lo mejor para ustedes y sus seres queridos, y les ayudarán.

Espero que tengan un maravilloso año escolar. Tal vez les vea durante una de mis visitas a parroquias y escuelas de la diócesis. Si me ven, por favor deténganse y salúdenme. Me preocupo profundamente por ustedes y por todos los jóvenes de nuestra diócesis, y rezaré por ustedes y todos los estudiantes. Por favor, oren por mí también.

Que Dios les Bendiga,

+ Donald J. Kettler

Obispo Donald J. Kettler es el novena Obispo de la Diócesis de St. Cloud, Minnesota.

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Author: Bishop Donald Kettler

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