Por David Agren | Catholic News Service
CIUDAD DE MÉXICO (CNS) – Argentina ha legalizado el aborto durante las primeras 14 semanas de embarazo, a pesar de fuerte oposición católica y las encuestas que muestran profundas divisiones sobre el tema.
El Senado aprobó el proyecto de ley 38-29 el 30 de diciembre después de un debate de 12 horas, mientras simpatizantes con pañuelos verdes y opositores con pañuelos azules esperaban la decisión en las calles durante las primeras horas de la mañana. El presidente Alberto Fernández presentó una ley en noviembre -fue rápidamente aprobada en la Cámara Baja- y ha prometido convertirla en ley.
La conferencia de obispos expresó su decepción por la aprobación de la legislación, pero dijo en un comunicado del 30 de diciembre que “continuará trabajando con firmeza y pasión en el cuidado y servicio de la vida”.
“Esta ley que ha sido votada ahondará aún más las divisiones en nuestro país”, dijeron los obispos. “Lamentamos profundamente la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo, el cual se ha expresado de diversas maneras a favor de la vida a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria”.
Los obispos también dijeron que: “Seguiremos trabajando por las auténticas prioridades que requieren urgente atención en nuestro país: Los niños y niñas que viven en la pobreza en cantidad cada vez más alarmante, el abandono de la escolaridad por parte de muchos de ellos, la apremiante pandemia del hambre y la desocupación que afecta a numerosas familias, así como la dramática situación de los se ven vulnerados en sus derechos una vez más”.
La legislación, que legaliza el aborto durante las primeras 14 semanas de embarazo y brinda acceso gratuito a través del sistema de salud pública, se modificó ligeramente para permitir la objeción de conciencia y exigir que las pacientes menores de 16 años tengan el permiso de al menos un padre o guardián.
Argentina, país de origen del papa Francisco y todavía fuertemente católico, se convierte en el cuarto país de América Latina en legalizar el aborto, después de Uruguay, Cuba y Guyana.
La Ciudad de México y el estado mexicano de Oaxaca han legalizado el aborto durante las primeras 12 semanas de embarazo. Algunos países de América Central y del Sur todavía prohíben el aborto en todas las circunstancias, aunque los movimientos sociales que piden la legalización, como el movimiento feminista en Argentina, se están volviendo cada vez más vocales.
Una encuesta realizada en noviembre por la firma Giacobbe and Associates mostró que el 60% de los encuestados se opuso a la legalización del aborto, con un 27% a favor. Las encuestas publicadas en 2018, cuando el Senado votó por un estrecho margen en contra de la legalización del aborto, mostraron una división más estrecha.
“La gente piensa en su propia situación personal”, dijo el padre Miguel Ángel Moreyra, sacerdote del santuario de San Cayetano en Buenos Aires, donde la gente reza al santo patrón del pan y el trabajo.
Atribuyó el declive en el apoyo a la legislación a una política desordenada, junto con “la economía y el manejo de la pandemia”.
Los obispos presionaron fuertemente contra el proyecto de ley y demostraron su descontento con Fernández al renunciar a una tradicional reunión previa a la Navidad con el presidente y publicar una evaluación poco halagadora del deterioro de la situación social en Argentina.
Los sacerdotes que trabajan en las chabolas de Buenos Aires, que se reunieron con Fernández a principios de 2020 y se comprometieron a ayudar con el alivio de la pandemia, también expresaron su disgusto y señalaron problemas de salud pública que no se han resuelto.
“Nos produce cierta indignación porque estamos trabajando para que la gente tenga un plato de comida y se nos vienen con esta propuesta de ley que no tiene nada que ver, menos con este tiempo”, dijo a Radio Mitre el padre José di Paola.
Los obispos convocaron un día de oración y ayuno previo a la votación en el Senado. Los sacerdotes también dedicaron misas celebradas el 28 de diciembre para la fiesta de los Santos Inocentes al tema provida.
“Para quienes esperan empezar un año mejor, esta agenda legislativa no les trae esperanzas”, dijo el cardenal Mario Poli de Buenos Aires en su homilía. “Hay tantas cuestiones sanitarias y sociales a resolver, que requieren toda nuestra atención”.