Por Cindy Wooden | Catholic News Service
ROMA (CNS) — El jefe del ordinariato militar de Italia instó a miembros de las fuerzas armadas y a la policía a ignorar al arzobispo Carlo Maria Viganò quien los llamó a desobedecer órdenes para detener la propagación de COVID-19.
“Como militares y como ciudadanos, lo que nos guía es y debe ser un sentido de gran responsabilidad”, escribió el arzobispo Santo Marcianò, jefe de la arquidiócesis militar de Italia, en un comunicado del 31 de enero. “No se confundan ni se desanimen al llevar a cabo su misión”.
El arzobispo Marcianò pidió a los militares y policías a ignorar una carta “con la que un obispo, ex nuncio apostólico conocido por sus arrebatos de teoría de la conspiración, instó a la desobediencia” a hombres y mujeres de las fuerzas del orden.
El arzobispo Viganò, ex nuncio, o embajador de la Santa Sede, en los Estados Unidos y opositor de las vacunas y restricciones de COVID-19, había publicado un mensaje al ejército y a la policía italiana el 29 de enero. El arzobispo Viganò, que ha estado escondido desde que pidió la renuncia del papa Francisco en 2018, instó a las fuerzas italianas a seguir el ejemplo de sus compañeros de épocas pasadas “que supieron decir no a los abusos y violencias de la dictadura, negándose a colaborar con un poder tiránico en la persecución y discriminación de sus propios ciudadanos”.
“En estos dos años, como todos los ciudadanos, habéis sido testigos de un golpe de Estado mundial, planeado y llevado a cabo bajo el pretexto de una pandemia, en el que se han pisoteado los principios más básicos del derecho, la ciencia y la ética profesional”, dijo el arzobispo Viganò.
“Les han utilizado como autómatas”, dijo a militares y policías. “Recuerden Nuremberg”, los juicios de los nazis después de la Segunda Guerra Mundial, y cómo los condenados intentaron “justificarse con (decir) ‘estaba siguiendo órdenes'”.
Instando a los militares y la policía a ignorar al ex nuncio, el arzobispo Marcianò dijo que mientras la mayoría de los ciudadanos se estaban uniendo para ponerle un fin al coronavirus y la muerte que ha traído consigo, todavía hay algunas personas “incluso dentro del mundo eclesial” que han abrazado “posiciones extremas en desacuerdo con las directivas de las autoridades sanitarias y públicas y en abierto contraste con las indicaciones de la iglesia”.
Además, dijo, hay quienes, como el arzobispo Viganò, están utilizando sus posiciones para “despreciar al papa Francisco, creando agitación y no poca confusión”.
Al final, dijo, “cada persona está llamada a salvaguardar su propia salud y vida y, al mismo tiempo, a proteger la salud y la vida de los demás, especialmente de los más frágiles”.
La pandemia sigue sembrando enfermedad y muerte, dijo el arzobispo, pero “como todo drama humano, también misteriosamente logra suscitar valor, amor y sacrificio en quienes, como ustedes, siguen preocupándose por y cuidando a las víctimas”.