Detén la guerra, el papa le dice a Putin

Por Cindy Wooden | Catholic News Service

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Con “ríos de sangre y lágrimas” todavía fluyendo en Ucrania y con la creciente amenaza del uso de armas nucleares, el papa Francisco le rogó al presidente ruso Vladimir Putin: “Detén esta espiral de violencia y muerte”.

Dado que la situación es “tan grave, devastadora, y amenazante”, el papa no ofreció su comentario habitual sobre la lectura del Evangelio del día antes de recitar la oración del Ángelus el 2 de octubre. En cambio, se centró en la guerra y la “herida terrible e inconcebible” que amenaza la humanidad.

Mientras hacía un llamado constante a la paz y rezaba por las víctimas desde que comenzó la guerra a fines de febrero, el Santo Padre llamó la atención en su discurso sobre “la grave situación que se ha presentado en los últimos días con nuevas acciones contrarias a los principios del derecho internacional”, una clara referencia al anuncio de Putin el 30 de septiembre de que Rusia anexaría cuatro territorios ocupados en Ucrania.


Las personas en la Plaza de San Pedro asisten al Ángelus dirigido por el papa Francisco desde la ventana de su estudio con vista a la plaza en el Vaticano el 2 de octubre de 2022. El papa le rogó al presidente ruso, Vladimir Putin, que detuviera la guerra en Ucrania y condenó la anexión de Rusia de cuatro regiones de Ucrania. También pidió al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, que esté abierto a propuestas serias de paz. (CNS photo/Vatican Media)

La decisión, dijo el Sumo Pontífice a la gente reunida en la Plaza de San Pedro, “aumenta el riesgo de una escalada nuclear, hasta el punto de que hacen temer consecuencias incontrolables y catastróficas a nivel mundial”.

“Mi llamado se dirige en primer lugar al presidente de la Federación Rusa, rogándole que detenga esta espiral de violencia y muerte, también por el bien de su pueblo”, expresó el papa.

Pero “triste por el inmenso sufrimiento del pueblo ucraniano como resultado de la agresión sufrida”, el papa Francisco también apeló al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy “a estar abierto” a cualquier “propuesta seria de paz”.

El papa también pidió a los líderes mundiales “que hagan todo lo que esté a su alcance para poner fin a la guerra en curso, sin dejarse arrastrar por peligrosas escaladas, y que promuevan y apoyen iniciativas para el diálogo”.

Mientras recordaba las “miles de víctimas” de Ucrania, incluyendo los niños, la destrucción, y el desplazamiento de millones de personas, el papa Francisco también habló específicamente.

“Algunas acciones nunca pueden justificarse. ¡Nunca!” declaró el papa.

“Es angustiante que el mundo esté aprendiendo la geografía de Ucrania a través de nombres como Bucha, Irpin, Mariupol, Izium, Zaporizhzhia, y otros pueblos que se han convertido en lugares de sufrimiento y miedo indescriptible”, manifestó el Santo Padre, refiriéndose a las ciudades previamente ocupadas por tropas rusas y dónde se encontraron fosas comunes una vez liberadas las áreas.

“¿Y qué pasa con el hecho de que la humanidad se enfrenta una vez más a la amenaza atómica?” preguntó el papa. “Es absurdo”.

“¿Cuánta sangre aún debe ser derramada antes de que entendamos que la guerra nunca es una solución, solo destrucción?” el papa preguntó a las miles de personas reunidas en la plaza para la oración del mediodía.

“En nombre de Dios y en nombre del sentido de humanidad que habita en cada corazón”, dijo, “renuevo mi llamado a un alto al fuego inmediato”.

El papa Francisco oró por una solución negociada del conflicto, que “no sea impuesta por la fuerza, sino acordada, justa, y estable”.

Una solución justa, dijo, debe estar “basada en el respeto al valor sagrado de la vida humana, así como a la soberanía e integridad territorial de cada país, y los derechos de las minorías y preocupaciones legítimas”.

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Author: Catholic News Service

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