Esperanza en la cruz: Una experiencia cuaresmal

Por Erin O’Leary, OSV News

(OSV News) — La Cuaresma (“Lent” en inglés) recibe su nombre de una palabra que significa “primavera”, la época del año en la que las horas de luz se alargan y el sol vuelve a traer su calor y su luz.

La Cuaresma, como toda la primavera, es un tiempo de esperanza: Profundizamos en nuestra relación con Cristo a través de nuestras disciplinas cuaresmales y miramos su crucifixión, muerte y resurrección para superar la oscuridad que puede hacernos batallar y desesperar.

Puede que algunos días no sintamos el amor de Dios que siempre está presente, pero podemos confiar en la esperanza para avanzar en la fe, especialmente en el Año Jubilar 2025, al cual el Papa Francisco ha dado el lema “Peregrinos de la esperanza”.

Ejercita la esperanza en esta Cuaresma y encuentra renovación para el próximo tiempo de Pascua, en el que celebramos la resurrección de Cristo llena de gozo.

La esperanza es una virtud teologal, un don de Dios que nos ayuda a actuar como hijos suyos. Recibida en el bautismo, la esperanza nos da confianza e inspiración con miras al cielo y la salvación. La esperanza nos permite avanzar en la fe incluso en los momentos más dudosos o difíciles. La esperanza puede ayudarnos a sentirnos seguros incluso en medio de nuestras propias fallas o de las injusticias que vemos en el mundo que nos rodea.

Santo Tomás de Aquino dijo: “La esperanza denota un movimiento o un estiramiento del apetito hacia un bien arduo”. En otras palabras, estamos alcanzando la bondad de Dios cuando ejercitamos la esperanza, incluso cuando no es fácil.

La esperanza es también una forma de confiar en nuestro Dios amoroso y de rendirnos ante él. Tenemos fe en su bondad y confiamos en su guía para nuestras vidas y nuestro futuro. Y, aunque la esperanza es un don, también es una elección activa que hacemos para estirarnos hacia la bondad de Dios.

Este ejercicio de estiramiento puede tomar muchas formas mientras vivimos los días de Cuaresma a través de la oración, el ayuno y la limosna.

–Reza con esperanza. El tiempo de Cuaresma nos invita a profundizar en nuestra vida de oración. La famosa frase de San Padre Pío: “Reza, espera y no te preocupes”, nos recuerda que la oración puede darnos consuelo cuando ponemos nuestra esperanza en Dios. La oración muestra nuestra dependencia de Dios, así como también nuestra confianza en él. Además de rezar las oraciones católicas tradicionales, es útil rezar con la palabra de Dios. Esta Cuaresma, renueva tu vida de oración reflexionando sobre estos pasajes de las Escrituras llenos de esperanza:

“Nosotros, los que acudimos a él, nos sentimos poderosamente estimulados a aferrarnos a la esperanza que se nos ofrece. Esta esperanza que nosotros tenemos, es como un ancla del alma, sólida y firme” (Heb 6,18-19).

“Alégrense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración” (Rom 12,12).

“Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la fe, para que la esperanza sobreabunde en ustedes por obra del Espíritu Santo” (Rom 15,13).

“Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha hecho la promesa es fiel” (Heb 10,23).

Otra manera de profundizar nuestra fe en esta Cuaresma es aprender y recitar el Acto de la Esperanza. Considera la misericordia de Dios mientras reflexionas sobre la muerte y resurrección de Cristo y encuentras esperanza en la promesa de salvación: “Oh Dios mío, confiando en tu infinita misericordia y en tus promesas, espero obtener el perdón de mis pecados, la ayuda de tu gracia y la vida eterna, por los méritos de Jesucristo, mi Señor y Redentor. Amén”.

–Ayuna con esperanza. Durante la Cuaresma, se insta a los católicos a conservar días de ayuno de comida y abstinencia de carne para reorientar nuestro discipulado. El objetivo del ayuno es mejorar nuestra relación con Cristo mientras experimentamos el sacrificio en honor de su sacrificio por nosotros. El ayuno puede ayudarnos a sentirnos unidos a Cristo y solidarios con los pobres. Muchos católicos también “renuncian” tradicionalmente a algo durante la Cuaresma. He aquí algunas ideas para hacer de tu sacrificio cuaresmal un ejercicio para fortalecer tu esperanza.

Abstente de hacer comentarios negativos o desesperanzados; intenta decir las cosas sólo de forma positiva. Evita ver la televisión o películas con mensajes o diálogos negativos. Deshazte de los objetos que te están agobiando con desorden; dónalos a una organización benéfica. El tiempo que sueles estar frente a la pantalla o viendo deportes, inviértelo en paseos con la familia o los amigos. Deja de comprar postres o golosinas y utiliza el dinero que ahorres para comprar flores para alguien que necesite que le alegres el día.

Mientras ayunas, ten en cuenta la charla TED del Papa Francisco de abril de 2017, en la que abordó los conceptos erróneos en torno a la esperanza. “Sentirse esperanzado no significa ser optimistamente ingenuo e ignorar la tragedia a la que se enfrenta la humanidad”, dijo. “La esperanza es la virtud de un corazón que no se encierra en la oscuridad, que no se detiene en el pasado, (que) no se limita a arreglárselas en el presente, sino que es capaz de ver un mañana. …Y puede tanto, porque basta un pequeño destello de luz que se alimenta de esperanza para romper el escudo de las tinieblas”.

— Da limosna con esperanza. “Es dando como se recibe”, según la Oración de San Francisco. Dar limosna puede parecer la más fácil de las disciplinas cuaresmales. La mayoría de nuestras parroquias tienen oportunidades para donar fondos a las misiones o a los pobres, y éstas son importantes obras de caridad.

Dar fondos para apoyar a otros ha sido parte de la Cuaresma desde los primeros días del cristianismo y brinda esperanza a los demás. Sin embargo, como dijo Santa Teresa de Calcuta: “Lo importante no es cuánto damos, sino cuánto amor ponemos en el dar”. Ejercitar la esperanza significa que estamos confiando en el amor de Dios por nosotros, que nos llama a amar verdaderamente a los demás. Esto podría significar que ejercitemos nuestra esperanza en esta Cuaresma dando nuestro amor al donar tiempo, así como al donar el tesoro.

Esta Cuaresma, considera ofrecer tiempo como voluntario en tu parroquia durante una de las actividades de Cuaresma, o ayuda a limpiar o decorar la iglesia en preparación para la Semana Santa. Escribe tarjetas a tus familiares y amigos en las que expreses las formas en las que ellos te ayudan a sentirte más esperanzado y agradeciéndoles su apoyo. En la Misa, preséntate a una nueva persona cada semana de Cuaresma y muéstrales el amor de Dios sentándote con ellos durante la liturgia. Mantente atento activamente cada día a alguien que necesite una ayuda adicional en tu familia, en tu vecindario, en el trabajo o en la escuela.
También puedes hacer una lista de esperanza de Cuaresma. Anota los nombres de las personas con las que te encuentres que necesiten una dosis extra de amor y apoyo. Ora por ellos y comunícate con ellos durante la Cuaresma para demostrarles tu cuidado.

San Buenaventura afirmó: “Tres cosas son necesarias para todos: la verdad que trae entendimiento, el amor a Cristo que trae compasión y la constancia en la esperanza que trae perseverancia”. Si bien la Cuaresma es tradicionalmente la temporada para renovar y reenfocar nuestro discipulado a través de experiencias más profundas de oración, ayuno y limosna, es importante recordar que los cristianos también están llamados a vivir en esperanza.

En esta Cuaresma, trabajemos para ser más comprensivos, compasivos y fieles a través del desarrollo de un hábito de esperanza.

El ancla, símbolo de esperanza
¿Sabías que el ancla representa la esperanza? Durante la época de la persecución romana de los cristianos, se adoptó como símbolo cristiano porque forma una cruz. Se encontraba en las catacumbas y en los hogares, sirviendo de estímulo a los cristianos sin llamar la atención de las autoridades. Desde entonces, la cruz del ancla se encuentra en muchas iglesias y nos recuerda la esperanza y la estabilidad en Cristo. Al meditar en la cruz en esta Cuaresma, considera la cruz ancla y úsala como inspiración para la esperanza en tiempos tormentosos.
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Erin O’Leary es una educadora de religión en Minnesota.

Author: OSV News

OSV News is a national and international wire service reporting on Catholic issues and issues that affect Catholics.

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