Por Catholic News Service
MADRID, España (CNS) — Un grupo de católicos españoles envió una petición al cardenal de Madrid y al embajador del papa Francisco, pidiendo ayuda para evitar la remoción de una cruz gigante y un monasterio benedictino de un cementerio y espacio conmemorativo de la guerra civil en las afueras de Madrid.
“Estos benedictinos realizan una tarea invaluable: rezan por las personas allí enterradas, por la paz y la reconciliación entre los españoles”, decía la petición, dirigida al cardenal Carlos Osoro Sierra de Madrid y al arzobispo Bernardito Auza, nuncio apostólico en España.
La petición, de la asociación Enraizados en Cristo y la Sociedad, se distribuyó mientras el gobierno de coalición del presidente Pedro Sánchez se preparaba para hacer cumplir una nueva ley que obliga al Valle de los Caídos a ser re designado como “lugar de la memoria democrática” y despojado de elementos políticos que, según decían, exaltaban la dictadura del general Francisco Franco, fallecido en 1975.
“La permanencia de la comunidad benedictina no es negociable ni intercambiable”, expresó la asociación con sede en Madrid, fundada en 2012 para proporcionar “una voz católica en la vida pública”.
“Le pedimos al nuncio de la Santa Sede y al arzobispo de Madrid que defienda a los monjes y proteja la cruz; si no actuamos rápidamente, todo se arruinará”.
Los restos de Franco, que gobernó España durante cuatro décadas tras la guerra civil de 1936-1939, fueron enterrados de nuevo en el cementerio de El Pardo de Madrid en octubre de 2019 tras ser exhumados de una basílica pontificia en el valle, que también contiene las tumbas de 34,000 víctimas del conflicto y donde hay una cruz de piedra de 460 pies.
La Ley de la Memoria Democrática exigirá que los escolares españoles aprendan sobre la dictadura de Franco. Indultará a decenas de miles de personas condenadas por rebelarse contra Franco y facilitará la identificación de víctimas de asesinato en fosas comunes.
Según la ley, el Valle de los Caídos será renombrado y convertido en cementerio nacional, otorgando el mismo estatus a los asesinados en ambos bandos. Será administrado por una organización secular en lugar de una fundación católica.
El padre benedictino Santiago Cantera Montenegro ha prometido resistir los movimientos para expulsar a su comunidad, que dirige el Valle desde 1958.
En una declaración de julio de 2021, el cardenal Osoro dijo que los benedictinos “siempre estuvieron a favor de la reconciliación y de todas las víctimas”, mientras que el cardenal Antonio Cañizares Llovera de Valencia dijo que la nueva ley podría “reabrir heridas ya curadas” en la España tradicionalmente católica.