Misericordia y amor disipan la religiosidad hipócrita, dice el papa en Malta

Por Junno Arocho Esteves | Catholic News Service

FLORIANA, Malta (CNS) — Los cristianos que verdaderamente imitan a Jesús están más inclinados a perdonar y ser misericordiosos que aquellos que, bajo el pretexto de la santidad, señalan con el dedo y condenan a otros, dijo el papa Francisco.

“Aquellos que creen que están defendiendo la fe señalando con el dedo a los demás pueden tener una cierta ‘religiosidad’, pero no han abrazado el espíritu del Evangelio, porque desprecian la misericordia, que es el corazón de Dios”, dijo el papa el 3 de abril durante una misa al aire libre en su segundo y último día en Malta.

El papa comenzó el día visitando la Basílica de San Pablo en Rabat, donde el famoso apóstol vivió durante tres meses después de su naufragio en la isla hace casi 2000 años.

Cientos de personas esperaban afuera de la basílica, muchas en balcones y azoteas, ondeando banderas y aplaudiendo la llegada del papa. Un grupo de monaguillos estaba afuera de la basílica sosteniendo la camiseta de fútbol de un equipo local con el nombre del papa estampado en la espalda.

Dentro de la gruta, el papa Francisco se sentó durante varios minutos antes de encender una vela y rezar para que los cristianos puedan tener “la gracia de un corazón bondadoso que late con amor por nuestros hermanos y hermanas”.

“Ayúdanos a reconocer de lejos a los necesitados, luchando entre las olas del mar, estrellados contra los arrecifes de costas desconocidas. Haz que nuestra compasión sea más que palabras vacías, sino que encienda una hoguera de bienvenida”, dijo.

El Arzobispo Edgar Peña Parra, centro, secretario Suplente de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, llega en procesión para la celebración de la Misa del Papa Francisco en los graneros de Floriana, Malta, el 3 de abril de 2022. (Foto CNS/Paul Haring)

El papa Francisco, que sufre de ciática, entró a la basílica a paso lento debido a un aparente dolor y saludó a las personas presentes. Con una estola roja, recitó una breve oración antes de partir.

El Vaticano dijo que el papa luego hizo una visita improvisada a la tumba de San Jorge Preca, un sacerdote maltés que fundó la Sociedad de Doctrina Cristiana, una sociedad de laicos dedicada a la enseñanza del catecismo y la formación en la fe.

Luego, el papa viajó varios kilómetros hasta Floriana para una Misa al aire libre donde, según el Vaticano, unas 20,000 personas vitorearon su llegada. Sentado en el papamóvil, el papa Francisco saludaba a la multitud y ocasionalmente se detenía para besar y bendecir a los bebés que le traían.

En su homilía, el papa reflexionó sobre el Evangelio dominical de San Juan, que relata la historia de una mujer sorprendida en adulterio y la respuesta de Jesús a quienes preguntan si debe ser apedreada.

El papa dijo que los acusadores de la mujer son un “reflejo de todos aquellos que se enorgullecen de ser justos, observadores de la ley de Dios, personas decentes y respetables”.

“A los ojos de la gente, parecen ser expertos en las cosas de Dios, pero no reconocen a Jesús; de hecho, lo ven como un enemigo que hay que eliminar”, dijo.

Los acusadores de la mujer, agregó, son un recordatorio de que en cualquier momento, la religiosidad puede usarse “para ocultar el gusano de la hipocresía y el impulso de señalar con el dedo a los demás”.

Como muchos hoy, también estaban más preocupados por hacer de la fe “parte de su fachada” mientras carecían de “la pobreza interior, el tesoro más grande del corazón humano”.

“Entonces, es bueno para nosotros, cada vez que rezamos, pero también cada vez que participamos en hermosos servicios religiosos, preguntarnos si estamos realmente en sintonía con el Señor”, dijo el papa. “Rezar así nos hará bien, porque el maestro no se contenta con las apariencias, busca la verdad del corazón”.

El perdón de Jesús a la mujer y su llamado a “no pecar más” cambió su vida y es un llamado para que “nosotros, sus discípulos, su iglesia, también perdonados por él, seamos testigos incansables de la reconciliación”.

Los cristianos están llamados a ser “testigos de un Dios para el que no existe la palabra ‘irredimible’, un Dios que siempre perdona y que nunca deja de creer en nosotros y siempre nos da la oportunidad de empezar de nuevo”, dijo el papa Francisco.

“No hay pecado o fracaso que podamos traer ante él que no pueda convertirse en la oportunidad para comenzar a vivir una vida nueva y diferente bajo el estandarte de la misericordia”, dijo el papa.

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Author: Catholic News Service

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