Por Fredrick Nzwili
(OSV News) — A través de regiones donde los ejércitos libraron batallas mortales recientemente, un obispo católico en Sudán del Sur se ha embarcado en un largo y agotador viaje para encontrarse con el papa.
El Obispo Christian Carlassare de Rumbek está caminando casi 93 millas de las 260 que separan su diócesis en el centro del país y la ciudad capital de Juba.
El miembro de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, de 46 años, comenzó la caminata en compañía de 80 jóvenes el 25 de enero.
En lo que se llama la Peregrinación Ecuménica de Paz del 3 al 5 de febrero, el Papa Francisco visitará la capital de Sudán del Sur, Juba, en presencia del Arzobispo Anglicano Justin Welby de Canterbury y el Rev. Iain Greenshields, moderador de la Asamblea General de la Iglesia.de Escocia. El viaje apostólico seguirá la visita al Congo, donde el pontífice aterrizó el 31 de enero.
En el lanzamiento de la peregrinación “Caminando por la Paz”, el obispo estuvo acompañado por el Obispo Anglicano Alapayo Manyang Kuctiel de Rumbek; Rin Tueny, gobernador del estado de los Lagos; y la Hermana Orla Treacy, una galardonada irlandesa Hermana de Loreto que ha dedicado su vida a educar a mujeres jóvenes amenazadas por matrimonios precoces y forzados.
El obispo y su equipo esperan llegar a la capital el 2 de febrero, un día antes de la llegada prevista del papa Francisco, el Arzobispo Welby y el reverendo Greenshields. El 31 de enero, el séptimo día de la peregrinación, la Hermana Orla tuiteó: “Maravilloso día 7, lleguamos a Mingkaman. Hogar de tantos IDP (Desplazados internos), un viaje simple y hermoso. Todos estamos apreciando lo que tenemos en casa.”
El Obispo Carlassare dijo a OSV News que los jóvenes que participan en tal experiencia son valientes e inspiradores.
“A través del cansancio y el dolor que hay, también hay una gran alegría, y yo mismo realmente me siento transformado y empujado por esta alegría de la juventud”, dijo, hablando desde el pueblo de Yirol, donde llegó el grupo el 29 de enero, el quinto día de la peregrinación.
El día anterior, el 28 de enero, la Hermana Orla escribió en Twitter que el grupo está “cansado, ampollado, adolorido”, pero que tuvo “una hermosa bienvenida” de la comunidad local de Yirol.
En Sudán del Sur, los católicos, los miembros de la Iglesia de Inglaterra y las iglesias presbiterianas forman una gran parte de la comunidad cristiana. Sudán del Sur es la nación más nueva del mundo con una población de 11 millones de personas.
“Somos conscientes de que vamos en nombre de todas las diócesis. No todos pudieron ir, pero nos sentimos honrados de ir a recibir la bendición de esta visita y llevarla de regreso”, dijo el Obispo italiano Carlassare, quien recibió un disparo en la pierna en su residencia en Rumbek el 26 de abril de 2021, solo un mes después de que el Vaticano lo designara para dirigir la diócesis. El ataque obligó a reprogramar su consagración como obispo de la diócesis.
Desde su consagración el 25 de marzo de 2022, el obispo ha instado a la paz y la reconciliación.
El Obispo Carlassare dijo que en el camino se habían dado cuenta de cuánto representaba este pequeño equipo de jóvenes y religiosos caminantes la esperanza del país y de la Iglesia.
Todos los días los peregrinos han caminado entre 12 y 15 kilómetros, generalmente por la mañana. Recorren el resto del trayecto (entre 13 y 16 kilómetros diarios) en coche para llegar a las comunidades cristianas. En las comunidades, los jóvenes participantes de la peregrinación han estado representando obras de teatro centradas en el mensaje de paz.
“La gente queda realmente impresionada por estos dramas. Están asombrados y realmente aprecian el poder de estos jóvenes y la esperanza que están trayendo a las comunidades mientras van a la visita del Papa”, dijo el Obispo Carlassare, explicando que el propósito de la peregrinacion es caminar juntos y también orar, reflexionar e inspirar a las comunidades.
Según el obispo, la vida cristiana exige que los seguidores hagan las cosas de manera diferente, especialmente en medio de la dificultad.
“Estamos llamados como hijos de Dios a reconocer la hermandad y la fraternidad que nos une a todos. Es tan hermoso ser reconocidos como hermanos y hermanas cuando trabajamos por la reconciliación”, expresó.
El país de África Oriental vive una guerra civil desde 2013. Según varios informes, más de 400,000 personas han muerto debido a la guerra y más de 4 millones han sido desplazadas internamente o han huido del país.