Obispo Kettler: Cuaresma: Vaciarse de nosotros mismos para dar lugar a Cristo

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

En la lectura del Evangelio de la Misa del Miércoles de Ceniza, Jesús desalienta a sus discípulos de buscar elogios o llamar la atención sobre sí mismos cuando oran, ayunan y dan limosnas.

Por Bishop Donald Kettler

“Cuando den limosna, que no sepa su mano izquierda lo que hace la derecha”, dice. “Cuando oren, vayan a su cuarto interior, cierren la puerta y oren a su Padre en secreto. … Cuando ayunen no se pongan tristes como los hipócritas. … Unjan su cabeza y laven su rostro, para que no parezcan estar ayunando,”

Él es el único que tiene que ver sus acciones. Cada vez que Dios vea lo que están haciendo; él los recompensará.

El Miércoles de Ceniza es el comienzo de la temporada de Cuaresma de 40 días de la Iglesia. Este es el tiempo cuando nos enfocamos en la oración, el ayuno y la limosna. ¿Por qué advierte Jesús a sus discípulos que hagan estas prácticas en silencio y sin fanfarria?

Creo que Jesús les estaba recordando, y nos recuerda a nosotros hoy, que oramos, ayunamos y hacemos obras de caridad para su gloria, no para la nuestra. Durante la temporada de Cuaresma, oramos, reflexionamos y participamos en actos de caridad y sacrificio para lograr una conversión interna mientras buscamos seguir a Cristo más de cerca y perfeccionar un enfoque externo para servir mejor a nuestros hermanos y hermanas creados a su imagen, particularmente a los pobres, vulnerables y marginados en nuestras comunidades. Nos vaciamos de cosas como la vanidad, la conveniencia y el egoísmo para llenarnos del amor de Cristo y todo aquello a lo que nos llama.

Esta Cuaresma, como hago todos los años, los animo a pasar más tiempo en oración y leyendo las Escrituras. Participen en las devociones de Cuaresma, como las Estaciones de la Cruz en su parroquia. El programa anual Plato de Arroz de Catholic Relief Services (www.crsricebowl.org) es una excelente manera de entrar en oración, ayuno y limosna en solidaridad con otras personas en todo el mundo.

También los animo a participar en el sacramento de la confesión, incluso si ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo hicieron. Es un sacramento de misericordia que nos ayuda a estar bien con Dios y con la forma en que tratamos a los demás.

Me doy cuenta también de que estos últimos dos años viviendo con la pandemia del coronavirus les ha requerido hacer muchos sacrificios en beneficio de los demás. Quiero agradecerles por todo lo que han hecho y continúan haciendo para cuidarse unos a otros durante este momento difícil.

Oro para que ustedes y sus seres queridos tengan una Cuaresma santa y bendecida que los prepare para el gozo y la esperanza que celebraremos en la Pascua.

Sinceramente suyo en Cristo,

+ OBISPO DONALD J. KETTLER es el noveno obispo de la Diócesis de St. Cloud, Minnesota.

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(CNS photo/Gregory A. Shemitz)

Author: Bishop Donald Kettler

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