Obispo Kettler: Despedida en vísperas de jubilarme

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Obispo Donald J. Kettler es el novena Obispo de la Diócesis de St. Cloud, Minnesota.

Esta es mi última columna que escribo, para la revista, The Central Minnesota Catholic. En Febrero 14, se ordenará un nuevo pastor para la Diócesis de San Cloud y yo me jubilo.

Hace tiempo que tengo ganas de jubilarme. Como saben, presenté mi renuncia por primera vez al Papa Francisco cuando cumplí 75 años en Noviembre del 2019. Esa es la edad en la que todos los obispos deben presentar sus renuncias al Santo Padre. Le tomó un tiempo al Papa Francisco encontrar a la persona adecuada para ser el nuevo obispo, pero creo que la espera ha valido la pena, el obispo electo Patrick Neary es un pastor santo, bien calificado y será un buen líder. Por favor, recíbanlo en sus parroquias dándole una bienvenida cálida.

Él planea comenzar a visitar nuestras parroquias y las Comunidades Católicas de Área en los próximos meses, y sé que espera conocer a nuestra gente y aprender más sobre nuestras vidas de fe aquí en Minnesota Central. Si bien es hora de jubilarme, extrañaré mucho el ser su obispo. Más que nada, extrañaré al maravilloso y fiel clero, las comunidades religiosas y los laicos de esta diócesis. Algunos de mis recuerdos favoritos son las liturgias diocesanas, las confirmaciones y otros momentos de oración en las parroquias. También disfruté reunirme con feligreses en festivales locales y otras celebraciones especiales.

El obispo Donald Kettler hace una pausa después de la misa durante el mitin de jóvenes de la escuela secundaria y preparatoria en la iglesia de la Abadía de St. John en 2014. (Dianne Towalski / The Central Minnesota Catholic)

Agradezco todas las oraciones y el apoyo que nos han brindado a mí y a nuestra Iglesia local, especialmente durante tiempos difíciles como la pandemia de COVID y cuando nuestra diócesis abordó el dolor del abuso sexual y la bancarrota del clero. Sé que el obispo electo Neary seguirá haciendo de la sanación una prioridad para todos aquellos que sufrieron abusos o que han sido heridos de otras formas por miembros de la Iglesia.

Gracias por todo lo que hacen por la Iglesia y por dar testimonio de vida, de la Buena Nueva del Evangelio. Hay mucho porque tener esperanzas mientras la feligresía de esta diócesis mira hacia el futuro. Recientemente, compartí algunos de mis mejores recuerdos sobre mi tiempo aquí. Les invito a leer la entrevista, en Inglés y Español, en las páginas 24-27 de esta edición.

En esta columna final, quiero ofrecer algunas palabras de aliento y de despedida:

  • La vida está llena de momentos alegres y tristes, momentos de celebración y momentos de lucha. No importa lo que enfrenten, manténgase conectados con Dios. Oren a Dios todos los días. Él nos ama tanto que envió a su único Hijo, quien murió por nosotros. Él no les abandonará.
  • Sigan viviendo los sacramentos, especialmente el de la Eucaristía. Estos son dones de Dios que les fortalecen y les ayudan a edificar el cuerpo de Cristo a su alrededor.
  • Vivan de corazón la declaración de misión de la diócesis todos los días: ser el “corazón de misericordia, voz de esperanza y manos de justicia” de Cristo. Nuestro mundo necesita estos valores del Evangelio más que nunca.
  • ¡Involúcrense! Hay muchas oportunidades para participar en las liturgias, ministerios y actividades parroquiales/ACC. La salud y vitalidad de nuestra Iglesia depende de su participación. Si está en condiciones de invitar a alguien a ser voluntario o servir, ¡háganlo! Si alguien les pide que se involucren, consideren en oración esa solicitud. Alguien está reconociendo fortalezas y talentos en ustedes que beneficiarán al Cuerpo de Cristo.

Estoy agradecido de que el Papa Francisco me haya designado para ėsta diócesis y he trabajado arduamente para servirles como su obispo. Por las veces que no estuve a la altura de sus expectativas, les pido perdón. Los mantendré a todos en mis oraciones diarias durante mi retiro en Sioux Falls, Dakota del Sur. Por favor, también ustedes continúen orando por mí.

Sinceramente suyo en Cristo,
+ Obispo Donald J. Kettler

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Misa de despedida con el obispo Kettler

Todos están invitados a una misa de despedida con el obispo Donald Kettler, Domingo 5 de Febrero, en la Catedral de St. Mary. El obispo celebrará la Misa habitual de las 9:30 a. m.  Habrá una recepción en la iglesia inferior al terminar la misa.

“Ha llegado el momento de despedirnos de nuestro amado pastor, el obispo Donald Kettler, quien ha servido a los feligreses de la Diócesis de St. Cloud con gran celo, devoción y amor”, dijo el obispo electo Patrick Neary, C.S.C. “Él lo ha dado todo por amor al Señor y por las almas confiadas a su cuidado pastoral. Vėngan y hónrelo mientras le agradecemos su fiel servicio hacia nosotros y le deseamos buena suerte en el viaje que tiene por delante”.

 

 

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Author: Bishop Donald Kettler

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