Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
En su mensaje preparatorio para la Jornada Dominical Mundial de las Misiones, el próximo Octubre 18, el Papa Francisco declaró: “Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos. … En esta barca, estamos todos” (Vaticano, 31 de Mayo del 2020).
Este año, a pesar de los desafíos con la pandemia de COVID-19, el camino misionero de toda la Iglesia continúa como en el relato del llamado del profeta Isaías: “Aquí estoy, mándame”. (Isaías 6: 8). Esta llamada a la misión, esta invitación a seguir, a ver y a aprender, se escucha una y otra vez en los Evangelios. Jesús dirige esta invitación a todos, pero muy especialmente a aquellos que lo buscan y quieren ser sus discípulos.
Con esta invitación, se nos pide que salgamos de nosotros mismos cuando se nos envía a contar, enseñar y liderar a medida que encontramos oportunidades para compartir, servir y orar con las personas del mundo. El llamado de Cristo a nosotros no es algo que simplemente “sucede”. Es una decisión real e intencional y un punto de inflexión para cada uno de nosotros, que requiere una inversión total del corazón, la mente y el alma para responder: “Aquí estoy, mándame”. El Domingo Mundial de las Misiones está reservado para que los católicos de todo el mundo celebren su llamado individual y comunitario a la misión, la solidaridad, la unidad y la evangelización. La misión es tan fundamental para el Evangelio, y las necesidades son tan urgentes en todo el mundo, que les animo a que asuman esta responsabilidad de todo corazón. Cada parroquia, cada hogar, cada lugar de trabajo debe ser un lugar de conciencia misionera, oración y sacrificio.
A través de esta celebración del Domingo Mundial de las Misiones, nuestra Oficina de Misión / Sociedad para la Propagación de la Fe se conecta con el trabajo amoroso de los grandes misioneros de todos los tiempos y lugares. Comparte directamente el trabajo de la Santa Sede, no con una misión, sino con todas las misiones del mundo.
Miles de sacerdotes, religiosos y laicos que sirven de diversas formas en más de 1,100 diócesis misioneras en todo el mundo dependen de los subsidios anuales de la Sociedad para la Propagación de la Fe y de las oraciones de todos nosotros. Estas iglesias misioneras proporcionan un hogar espiritual para los más necesitados ofreciéndoles la paz y la esperanza en el Señor. Para satisfacer las necesidades de nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo, únase a mí para ayudar a que el Domingo Mundial de las Misiones sea un éxito rotundo. En nombre de todos aquellos que se beneficiarán de sus generosas donaciones, les doy las gracias.
Sinceramente suyo en Cristo,
+ Obispo Donald J. Kettler
OBISPO DONALD J. KETTLER es el noveno obispo de la Diócesis de St. Cloud, Minnesota.