Obispo Neary: ‘La esperanza es una persona, y Él es Cristo’

Es asombroso pensar cómo sobrevivió la iglesia cristiana primitiva, cuando humanamente hablando, todo estaba en su contra. Provenía de Palestina, un pequeño y despreciado rincón del Imperio Romano, y era considerada una religión ilegal y depravada. Los primeros cristianos no tenían edificios de iglesia. Por lo general, se reunían en casas. No tenían ceremonias públicas que los presentaran al público. No tenían acceso a los mediosde comunicación de su época.

Por Obispo Neary, C.S.C.

Sin embargo, eran discípulos misioneros celosos y difundieron el Evangelio formando amistades dondequiera que iban. La fe se difundió a medida que los vecinos de las ciudades veían de cerca, a diario, las vidas de los creyentes. Vieron familias que ejemplificaban la bondad, compartían lo que tenían con los necesitados, oraban por sus enemigos y ejemplificaban la honestidad en las relaciones comerciales. Nos demostraron que la Iglesia es más que un edificio. Es gente. Como dijo una vez Santa Teresa de Calcuta: “¡La Iglesia somos tú y yo!”.

Ahora más que nunca se necesitan discípulos misioneros. La gente se siente cada vez más sola, deprimida y desesperanzada. En 2023, el director general de sanidad de Estados Unidos, Vivek Murthy, puso de relieve el problema de la soledad en Estados Unidos al declararla una epidemia.

No me sorprendió que el Papa Francisco eligiera el tema “Peregrinos de la esperanza” para el Año Jubilar 2025, recordándonos lo que estamos llamados a ser cada día: peregrinos de la esperanza. Vinculado a este tema está el reciente discurso que dio en la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que llama la atención sobre el hecho de que hoy en día con demasiada frecuencia la comunicación es violenta, destinada a golpear y no a crear las condiciones para el diálogo. En sus palabras, “es necesario, por tanto, desarmar la comunicación, limpiarla de agresiones. Desde los programas de entrevistas de televisión hasta las guerras verbales en las redes sociales, existe el riesgo de que el paradigma predominante sea el de la competencia, la oposición y la voluntad de dominio”.

También afirmó: “Para nosotros los cristianos, la esperanza es una persona, y es Cristo. Y siempre está vinculada a un proyecto comunitario; cuando hablamos de esperanza cristiana no podemos prescindir de una comunidad que viva el mensaje de Jesús de modo tan creíble que deje entrever la esperanza que trae consigo, y sea capaz de comunicar con obras y palabras, hoy la esperanza de Cristo”. En estos tiempos, somos cada vez más conscientes de que una de las mejores maneras de difundir la buena noticia a personas de todas las edades y condiciones sociales es a través de las plataformas de medios contemporáneos. Una de las maneras más eficaces en que logramos esto como diócesis es a través de nuestra galardonada revista, “The Central Minnesota Catholic”. La misión de nuestra revista es “formar, informar y transformar” a nuestros lectores a través de noticias, actualizaciones, catequesis y las historias personales de las personas que viven el discipulado misionero aquí mismo en nuestra diócesis. Con este número, estamos lanzando una revista recientemente rediseñada que se centrará en el llamado que cada uno de nosotros ha recibido de Cristo, a través de nuestro bautismo, para abrazar la vocación de ser discípulos misioneros. Que todos los que nos encuentren a diario encuentren una comunidad de creyentes que viva el mensaje de Jesús de una manera creíble, modelando la bondad amorosa, cuidando a los pobres y a los desamparados, escuchando sin condenar ni juzgar a los demás, y modelando la integridad y la justicia en nuestro trato con
los demás.

Suyo en Cristo,

Obispo Patrick M. Neary, CSC, es el décimo obispo  de la Diócesis de St. Cloud, Minnesota.

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NUESTRA MISIÓN

Nosotros, el pueblo de Dios de la Diócesis de Saint Cloud, en unión con la Iglesia Universal, creemos y proclamamos la presencia de Jesucristo en nuestro mundo.

Nuestra misión es ser su corazón de misericordia, voz de esperanza y manos de justicia.

NUESTRA PRIORIDAD

BIENESTAR, APOYO Y ENRIQUECIMIENTO DE LOS LÍDERES PASTORALES EN TODA LA DIÓCESIS

  • Apoyo a la formación permanente, desarrollo profesional, y cuidado pastoral y espiritual para nuestros sacerdotes, diáconos, equipo pastoral diocesano y líderes laicos de toda la diócesis.

VER LA SINODALIDAD COMO MODELO PARA LA IGLESIA EN LA DIÓCESIS DE ST. CLOUD

  • Encontrar al Señor en los demás, escuchar, acompañar, discernir hacia dónde nos está guiando el Espíritu Santo.

FOMENTAR UNA CULTURA EUCARÍSTICA EN NUESTRA DIÓCESIS

  • En el “Año Misionero” del Avivamiento Eucarístico, ¿Cómo ayudamos a las personas? ¿Cómo verse a sí mismos como misioneros modernos? ¿Cómo podemos unir a la gente? Escuchar de unos a otros las experiencias en la Eucaristía. ¿Cuáles son sus propias historias de amor eucarístico?.

RECONOCER LA PRESENCIA LATINA EN LA DIÓCESIS DE ST. CLOUD

  • Continuar escuchando a nuestros hermanos y hermanas latinos e invitarlos más plenamente a la vida de nuestras comunidades católicas por área (ACC), por sus siglas en Ingles, y de la Iglesia en su conjunto.

PLANEAR ESTRATÉGICAMENTE PARA LA PRÓXIMA FASE DE NUESTRAS COMUNIDADES CATÓLICAS POR ÁREA, ACC

  • Las ACC representan una transición necesaria del modelo tradicional, de una parroquia para un sacerdote, en la actualidad esto no sucede así. Dadas las realidades presentes y futuras, necesitamos mirar una nueva
    forma de “ser Iglesia”.

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Author: Bishop Patrick Neary, C.S.C.

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