Por Rhina Guidos | Catholic News Service
WASHINGTON (CNS) — Varios obispos católicos de EE. UU. expresaron su pesar y denunciaron el racismo y la violencia armada tras informes de un tiroteo masivo el 14 de mayo en Buffalo, Nueva York, que dejó al menos tres heridos y 10 muertos, un crimen que las autoridades clasificaron como probablemente motivado por el odio hacia personas negras.
“La fe nos obliga a decir no a las fuerzas putrefactas del racismo, no al terror y no al silenciamiento mortal de las voces negras y morenas”, dijo el obispo Mark J. Seitz de El Paso, Texas, el 15 de mayo en una de las declaraciones más fuertes condenando la violencia tras un tiroteo el sábado por la tarde en un supermercado de Nueva York.
El obispo Mark E. Brennan de Wheeling-Charleston, West Virginia, también se pronunció en contra de lo que se ha categorizado, no solo como violencia, sino como algo teñido de un racismo escalofriante.
“La tragedia en Buffalo no es la primera violencia de este tipo contra los afroamericanos”, escribió poco después del ataque. “Desde la travesía del océano en barcos de esclavos, en los cuales murieron muchos africanos, hasta el trato violento que recibieron por parte de los amos de los esclavos, los miles de linchamientos de personas negras en el sur y los asesinatos más recientes de afroamericanos desarmados por parte de la policía y personas civiles, incluso dentro de sus iglesias, este racismo ha cobrado una cantidad desmesurada de vidas negras simplemente porque las personas son negras. ¿Cuándo y cómo se detendrá?”.
En Buffalo, el fiscal de distrito del condado de Erie, John J. Flynn, dijo en un comunicado del 14 de mayo que el sospechoso de 18 años Payton S. Gendron, de Conklin, Nueva York, “quien supuestamente tenía puesto equipo táctico y estaba armado con un arma de asalto” cuando ingresó al supermercado alrededor de las 2:30 p.m., ha sido acusado de asesinato en primer grado y permanece bajo custodia sin derecho a fianza.
Algunos de los muertos incluyen un policía jubilado de Buffalo que trabajaba como guardia de seguridad en la tienda, una abuela de 85 años con 8 nietos que cuidaba a su esposo, y una defensora de los derechos civiles de 72 años.
“Mi oficina está colaborando con la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos y nuestros socios en la aplicación de la ley sobre posibles delitos de terrorismo y odio”, dijo Flynn. “Esta es una investigación activa y se pueden presentar cargos adicionales”.
Gendron tiene una audiencia programada para el 19 de mayo.
Reportes dijeron que las autoridades señalaron un documento en línea de 180 páginas que supuestamente dejó el sospechoso, lleno de puntos de vista racistas y detalles de su plan de ataque. También hay informes de que ató equipo electrónico sobre un casco táctico que llevaba puesto para poder transmitir en vivo el tiroteo. Supuestamente también escribió sobre teorías de conspiración, diciendo que algunos grupos están sistemáticamente tratando de reemplazar a los blancos en los EE. UU. con personas de color.
The Buffalo News en un artículo del 14 de mayo dijo que el autor del manifiesto, además, escribió sobre la compra de municiones, excedentes militares y otros preparativos.
“El flagelo de la violencia armada sin sentido que ha cobrado la vida de tantas personas en nuestra nación y ha cambiado la vida de innumerables hombres, mujeres y niños inocentes debe parar”, dijo el obispo Michael W. Fisher de Buffalo en un comunicado publicado en Twitter poco después del ataque.
La oficina del fiscal de distrito de Erie dijo que el “acusado condujo” más de tres horas hasta un supermercado Tops ubicado en una sección predominantemente negra de Buffalo, “con la intención de cometer un delito”.
Es un escenario inquietantemente similar a un tiroteo masivo de 2019 en El Paso, donde el presunto pistolero en ese incidente condujo cerca de 10 horas, también dejó un manifiesto racista que criticaba la “invasión hispana de Texas” y abrió fuego contra una clientela mayoritariamente latina en un Walmart en 2019. También se dice que hizo referencia a la misma teoría de conspiración relacionada con el sospechoso del tiroteo en Buffalo.
En El Paso, se permitió la entrada a sacerdotes de la diócesis poco después del tiroteo para consolar y administrar extremaunción. El obispo Seitz durante meses visitó a los heridos y escribió una carta pastoral contra el odio e incluyó el papel de la iglesia en el racismo en la frontera.
“¡Conocemos muy bien este dolor! Nuestras oraciones están con las personas que perdieron a sus seres queridos hoy, los fieles de la Diócesis de Buffalo y toda la ciudad de Buffalo”, escribió la Diócesis de El Paso en una publicación tras el ataque de Buffalo.
En otro mensaje, Monseñor Seitz dijo que “el racismo y la supremacía blanca continúan golpeando profundamente a nuestra sociedad y reverberando ampliamente, victimizando a las comunidades de color y disminuyéndonos a todos”.
“Quiero que (personas en) Buffalo sientan la solidaridad de la amada comunidad de El Paso”, dijo. “Caminamos con ustedes, incluso cuando pasan por el valle de la sombra de la muerte. Sabemos que el camino a través del odio y el dolor hacia las aguas tranquilas y la Casa del Señor se construye en conjunto, con actos de justicia, reconciliación y amor”.
Otros obispos también se acercaron con mensajes de solidaridad
El obispo Robert J. Brennan de Brooklyn, Nueva York, quien dijo estar “horrorizado” por el ataque, pidió oraciones por las víctimas, sus familias y por el “fin al odio, la violencia y el racismo en nuestro país y en el mundo”.
El obispo de West Virginia, Brennan, dijo que si bien nuevas leyes pueden ayudar, lo que más se necesita es “un verdadero cambio de mente y de corazón que nos lleve a reconocer y afirmar el valor de cada vida humana, por diferente que sea de nosotros”.
“Es el tipo de cambio que promueve la religión auténtica. Dios nos ha hecho a todos a su imagen y semejanza. Nos ha mandado que nos amemos unos a otros, que llevemos las cargas los unos de los otros”, dijo. “A menos que adoptemos este entendimiento más plenamente en Estados Unidos, podemos esperar más tragedias de este tipo, y contra judíos, (musulmanes) e inmigrantes, así como contra afroamericanos”.
También hizo un llamado a los propietarios de armas para que apoyen restricciones.
“También debemos enfrentar el hecho de que la disponibilidad generalizada de armas es un factor crucial en la violencia racial. Es mucho más difícil escapar de una bala que de un cuchillo”, escribió el prelado de West Virginia. “Reconozco que la mayoría de los dueños de armas las tienen para la protección de sus familias y de ellos mismos o para cazar.
“El desafío para ustedes, que poseen armas para tales fines, es que propongan formas en las que la disponibilidad de armas podría restringirse significativamente”.
Añadió: “He vivido en países donde las armas están mucho menos disponibles que en los Estados Unidos y donde, en consecuencia, las muertes por armas de fuego son mucho menos comunes. Tenemos que hacerlo mejor de lo que lo estamos haciendo. Dueños de armas: afronten el desafío!”