Padre Hans Zollner, experto en abusos, analiza el estado de la crisis en la Iglesia hoy

Por Paulina Guzik

ROMA (OSV News) — El 3 de marzo, el Padre Jesuita Hans Zollner, el hombre clave del Papa Francisco en la crisis de abusos por parte del clero, fue designado como consultor de la nueva oficina de la Diócesis de Roma dedicada a la protección de menores y personas vulnerables.

“Estoy comprometido a escuchar a los sobrevivientes y a promover la educación y la formación en el campo de la salvaguardia. Espero continuar haciéndolo en este nuevo rol”, declaró el padre Zollner luego del anuncio el 3 de marzo pasado.

Antes del anuncio, OSV News entrevistó al padre Zollner para preguntarle acerca del estado de la situación del abuso en la iglesia hoy. El padre Zollner dijo que si bien el camino para enfrentar con éxito la crisis de abuso sexual por parte del clero a nivel mundial sigue siendo largo, tiene la esperanza de que “hay una leve mejoría”. Sin embargo, agregó, “es un proceso muy, muy lento que necesita contribuciones y recordatorios constantes”.

El director del Instituto de Antropología/ Estudios Interdisciplinarios sobre la Dignidad Humana y el Cuidado de las Personas Vulnerables (IADC) en Roma habló con OSV News en el cuarto aniversario de la cumbre del Vaticano sobre protección infantil, que contó con la presencia de presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo y concluyó el 24 de febrero de 2019.

De los tres pilares establecidos en la cumbre — rendición de cuentas, responsabilidad, y transparencia — el tercero está visiblemente ausente ya que hay casos que primero son informados por los medios y luego por la institución, como lo sucedido con el Padre Jesuita Marko Rupnik, que fue informado por los blogs italianos Silere non Possum, Left.it, y Messa in Latino en diciembre de 2022. El padre Rupnik, un conocido artista de mosaicos y director espiritual, ha sido acusado de abuso espiritual, psicológico, o sexual por múltiples mujeres adultas a lo largo de casi 40 años. Los jesuitas confirmaron el 21 de febrero que se habían presentado 14 nuevas denuncias. Una acusación provino de una ex-monja que habría sido menor de edad en el momento en que habrían ocurrido los acercamientos e insinuaciones para el presunto abuso.

Si se confirma que el padre Rupnik abusó de una menor, “siguiendo el derecho canónico, creo que ya no debería ser sacerdote”, expresó el padre Zollner.

Si el padre Rupnik fuera destituido del estado clerical, es posible que pueda permanecer dentro de la Compañía de Jesús, agregó el padre Zollner, refiriéndose a un procedimiento que, en sus palabras, “mucha gente no entiende y no está de acuerdo”, pero que deja el control de la orden sobre el abusador — control que a menudo no existe cuando el abusador se convierte simplemente en parte de la sociedad laica después de ser expulsado.

El padre jesuita Hans Zollner, el hombre clave del Papa Francisco en la crisis de los abusos del clero, en una foto en Roma el 9 de noviembre de 2021. El sacerdote fue nombrado el 3 de marzo de 2023 consultor de la recién creada oficina de la diócesis de Roma dedicada a la protección de menores y personas vulnerables. (Foto OSV News/Francesco Pistilli, KNA)

“Esto no quiere decir que deba ser mantenido dentro de una comunidad. Eso debe ser analizado y sopesado con mucho cuidado”, manifestó el padre Zollner. “Deshacerse de alguien puede ser una salida fácil que puede crear más ocasiones para más abusos”.

Sin embargo, todo depende de si el padre Rupnik sigue las restricciones que le impone la orden: “Si no sigue las restricciones, es una señal clara de que no puede estar en la vida religiosa”, dijo el padre Zollner.

Hablando de su relación con dicha orden religiosa, el padre Zollner dijo que “no puede entender” por qué muchos miembros de la Compañía de Jesús, entre ellos los que se encuentran “en el ministerio de justicia social, realmente no han asumido este tipo de injusticia”, es decir, en relación con las víctimas de abuso sexual.

“La Compañía de Jesús es una realidad mixta como lo es toda la Iglesia”, señaló el padre Zollner cuando se le preguntó sobre la falta de transparencia en el caso del padre Rupnik. “No somos mejores en esto. Y se ha demostrado ahora, ante los ojos de todos, nuevamente”.

“Todos somos bolsas mixtas. Todos somos muy limitados. Todos tenemos nuestros defectos. Y la Compañía de Jesús también tiene muchos defectos”, dijo.

El 21 de febrero pasado, los jesuitas anunciaron que iniciarán un procedimiento interno que podría incluir más restricciones en contra del padre Rupnik. Al sacerdote ya se le ha prohibido escuchar confesiones, ofrecer dirección espiritual, y dirigir retiros. También está obligado a tener el permiso de su superior antes de ejercer cualquier ministerio público, y tiene prohibido dedicarse a la actividad artística pública.

Cuando se le preguntó qué cree que debería hacerse con el arte del padre Rupnik, que decora iglesias y capillas famosas desde Washington hasta Lourdes, Francia, y desde Cracovia, Polonia, hasta el mismo Vaticano, el padre Zollner dijo: “Primero que nada, creo que no debería producir cualquier arte nuevo. En segundo lugar, entiendo si la gente dice ‘Ya no puedo ver eso’. El perpetrador vive entre nosotros, las víctimas están con nosotros, la discusión sobre los crímenes y la forma de reaccionar sigue en curso. La pregunta de cómo se puede hacer justicia a las víctimas sigue abierta. En este contexto, no puedo ver cómo las obras de Rupnik, quien supuestamente debería llevar a la gente a Dios, pueden lograr este objetivo.

“Pero, por otro lado”, expresó el padre Zollner, “si quitas los logros de todas las personas que también han cometido delitos o han maltratado y abusado de otros, probablemente quedaría muy poco. Si la obra de arte de Rupnik se queda dónde está, debe haber una nota visible para que la gente esté informada”.

Cuando se le preguntó si el abuso de mujeres adultas es ignorado en la Iglesia, el padre Zollner reconoció que “el problema del abuso de poder es que recién lo hemos entendido en los últimos cuatro o cinco años como el ingrediente principal del abuso sexual. Ese no era nuestro entendimiento seis años atrás”.

“Este tema trae cada vez más aspectos que tal vez de alguna manera sentimos, pero muy pocas personas pudieron expresarlo y describirlo como lo hacemos ahora”, agregó. “Entonces, también es una curva de aprendizaje muy empinada con respecto a cuáles son los elementos principales de la disfuncionalidad y cuáles son los componentes del abuso y sus causas fundamentales”.

En cuanto a los aspectos que se hicieron correctamente en los últimos meses, el padre Zollner elogió la comisión establecida por los obispos portugueses, la que calificó como un “modelo”. La idea de una comisión independiente nació en mayo de 2021 y el informe se hizo público el 13 de febrero de 2023. El padre Zollner fue invitado a asesorar a los obispos de Portugal.

“(En esta comisión), hablamos sobre lo que es necesario hacer”, dijo, elogiando la transparencia autoimpuesta. “Fue su propia decisión, lo que realmente felicito porque normalmente sucede al revés. Se necesita ver lo que hacen con el resultado”.

 

Desde la investigación “Spotlight” del Boston Globe en 2002 hasta el documental polaco “No le digas a nadie” en 2018 y la investigación en español de “El País” en 2022, la mayoría de las iglesias locales decidieron tomar medidas después de que los medios de comunicación presentaran investigaciones inéditas.

“Hay un cierto punto de inflexión cuando de repente llega una avalancha de noticias sobre esto y los obispos se ven obligados a hacer algo por el público y, a veces, también por la política”, dijo el padre Zollner.

Según el padre Zollner, la comisión portuguesa mostró profesionalismo e independencia. Validó 512 testimonios de un total de 564 recibidos, relativos a casos ocurridos entre 1950 y 2022.

Refiriéndose al jefe de la comisión, Pedro Strech, el padre Zollner señaló que él “tuvo muy claro desde el principio que no aceptaría ninguna interferencia con la elección de las personas que integrarían la comisión, con la metodología, y con cualquier tipo de comunicación que quisieran hacer”.

El padre Zollner expresó que Portugal es “un buen modelo para otros países, al menos en el sentido de cómo debería funcionar una comisión y cómo presentar un informe”.

El padre Zollner señaló que hay tres razones por las que todavía no vemos mucha transparencia en la Iglesia con respecto al abuso. “Una es que nadie quiere señalar con el dedo a la propia institución. Cuando uno se aferra a la imagen, y quiere conservar una imagen y una reputación supuestamente atractivas, no está dispuesto a admitir errores”.

En segundo lugar, manifestó, la falta de transparencia ocurre cuando “se cometen errores y es necesario reconocer que se han cometido esos errores, lo cual no es algo agradable de admitir”.

“Tercero, esta imagen está muy influenciada por una proyección de la propia perfección. Jesús no nos pide que seamos perfectos en el sentido de ser impecables cuando habla de la perfección que debemos vivir. Él habla de la perfección de Dios, el Padre misericordioso y amoroso”, acotó.

“Realmente creo que también hay una falta de fe en todo esto. Una falta de fe en la misericordia y la justicia de Dios y en la posibilidad de que me permita cometer errores. Y eso lo admito. Esto es algo que también se dice en confesión, entonces debo enmendar lo que he hecho mal”.

El padre Hans Zollner inauguró el Centro de Protección Infantil en la Universidad Gregoriana en el año 2012, el cual se transformó en el Instituto de Antropología en 2021. Durante los últimos 11 años, más de 7000 estudiantes se graduaron de los programas presenciales y en línea sobre salvaguardia.

“La mera existencia de algo así. Tiene un impacto”, dijo el padre Zollner.

Ahora, al ser un instituto académico dentro de la Universidad Gregoriana, su trabajo tiene mayores posibilidades, ya que ahora es mucho más grande que el anterior Centro de Protección Infantil. “Un centro, en nuestra categoría y estructura universitaria, es básicamente unipersonal porque no tiene profesores. Y si no está conectado a otra facultad, no puede otorgar sus propios títulos. Entonces, mediante la creación de un instituto, se volvió mucho más sostenible y ahora podemos tener nuestra propia facultad”.

El instituto del padre Zollner también ha creado una red y un lugar al que acudir cuando se necesita ayuda, incluso si no puede ofrecer un amplio trabajo de casos. “Las personas que están interesadas, quieren consultar, quieren visitar, quieren compartir, nos encuentran. Víctimas y víctimas secundarias, obispos, conferencias episcopales, consejos, religiosos, laicos”.

El impacto, dijo el padre Zollner, no se limita solo a la Iglesia, “porque esto, por supuesto, es un problema humano”.

Enfatizando que el 20% de todas las niñas en la sociedad sufren abuso y acoso sexual antes de cumplir los 18 años, el padre Zollner preguntó: “¿Alguien habla de eso? ¿Cuántos políticos realmente lo asumen? No veo que eso suceda incluso en países donde han hablado mucho en público desde hace décadas”.

Según el padre Zollner, el mayor obstáculo para enfrentar la crisis del abuso sexual clerical es pensar que se trata de un problema que está fuera de la iglesia real.

“No entendemos que esto es parte de la verdadera misión de la Iglesia hoy y del proceso de conversión que tendría que darse no solo a nivel espiritual, sino también a nivel estructural en favor de escuchar a las víctimas”, expresó. “Tomar realmente en cuenta la voz de sufrimiento de las personas que han sufrido dentro de la iglesia, no solo los que son migrantes y pobres, sino los que han sufrido a manos de los mismos ministros de la iglesia. Ese es el mayor obstáculo”.

Este problema no radica solo en los sacerdotes y en la jerarquía, dijo el padre Zollner, sino también a menudo en “la familia parroquial que no permitió que las víctimas hablaran”.

“No quieres escucharlo porque destruye tu fe”, manifestó. “Hace añicos la imagen que tú tienes de la Iglesia”.

  Share:

Author: OSV News

OSV News is a national and international wire service reporting on Catholic issues and issues that affect Catholics.

Leave a Reply

*