Por Carol Glatz | Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El papa Francisco alentó nuevos cursos de acción para que las parroquias ayuden a las personas a comprender la importancia de la misa dominical y los ministerios parroquiales, escribió un alto funcionario del Vaticano en un mensaje.
El mensaje fue enviado en nombre del papa el 23 de agosto a la 71ª Semana Litúrgica Nacional por el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado del Vaticano. La reunión, celebrada del 23 al 26 de agosto en la ciudad italiana de Cremona, reunió a agentes pastorales, religiosos y sacerdotes para discutir formas de alentar a los fieles a asistir a la liturgia dominical y participar en otras celebraciones litúrgicas, ritos y sacramentos.
En el mensaje escrito, el cardenal dijo que la pandemia y sus restricciones, que habían impedido que los fieles se reunieran como antes, subrayaba la importancia de la liturgia en la vida cristiana.
Pero lo que sucedió durante la pandemia y la dificultad para reanudar las actividades litúrgicas, escribió, “confirmó lo que ya se había observado en las asambleas dominicales en la península italiana, un indicio alarmante de la etapa avanzada de un cambio de época”.
Se había notado, incluso mucho antes de la pandemia, que ha habido un cambio en la forma en que las personas perciben el “tiempo” y el “espacio”, lo que ha tenido repercusiones en el significado del domingo para la mayoría de las personas y en cómo la mayoría de las personas experimenta la comunidad y la familia, él dijo.
Por esta razón, escribió, la liturgia dominical, que debe ser “la verdadera cumbre” de todas las actividades parroquiales y la fuente de energía para la vida misionera, está “desequilibrada”, en términos de los grupos de edad que normalmente asisten, y en términos de la “dificultad para encontrar una integración armoniosa en la vida parroquial”.
El cardenal Parolin dijo que, “el Santo Padre espera que la Semana Litúrgica Nacional, con sus propuestas de reflexión y momentos de celebración … pueda identificar y sugerir algunas pautas de pastoral litúrgica para ofrecer a las parroquias, para que el domingo, la asamblea eucarística, los ministerios y los ritos puedan emerger de los márgenes, de los que parecen caer inexorablemente, y recuperar su centralidad en la fe y la espiritualidad de los creyentes”.