Por Carol Glatz, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – El llamado a sacrificarse por los demás por amor sigue siendo urgente mientras tantas personas siguen sufriendo a causa de la guerra, la violencia, la exclusión y la pobreza, dijo el Papa Francisco.
“Pongamos en práctica la llamada a hacer el bien a todos, dedicando tiempo a amar a los más pequeños e indefensos, a los abandonados y despreciados, a los discriminados y marginados”, dijo durante una audiencia con miembros de la Asociación “Pro Petri Sede” el 24 de febrero en el Vaticano.
El grupo, fundado hace más de 150 años, está activo en Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, y recolecta donativos para las iniciativas del Papa y los esfuerzos caritativos de la Santa Sede.
“Hoy no es menos urgente la llamada a entregarnos por amor a nuestros hermanos y hermanas: tantos de ellos sufren a causa de la guerra, la violencia, la exclusión, la pobreza material y espiritual”, dijo el Papa Francisco en su discurso.
La Cuaresma es también un tiempo oportuno para responder a esta llamada porque el tiempo “nos llama a la conversión para pasar de la esclavitud del egoísmo a la libertad de amar y servir a Dios y a nuestros hermanos y hermanas”, dijo.
El Papa Francisco recordó la generosidad y solidaridad de los primeros cristianos descrita en los Hechos de los Apóstoles y cómo “eran capaces de poner todo en común para sostener a sus hermanos más vulnerables”.
“Comprendieron que eran los administradores temporales de sus bienes: en efecto, todo lo que poseemos es un don de Dios y debemos dejarnos iluminar por Él en la administración de los bienes que recibimos”, dijo el Papa.
El Espíritu Santo, dijo, “nos impulsará siempre a dar a los necesitados, a combatir la pobreza con lo que nos da. Porque el Señor nos da en abundancia para que nosotros, a su vez, demos de nosotros”.