Por Junno Arocho Esteves | Catholic News Service
La meditación es más que un método para aliviar el estrés del cuerpo, es una forma de encontrar a Cristo en el alma, dijo el papa Francisco.
Durante su audiencia general semanal del 28 de abril, el papa dijo que aunque se ha convertido en una “actividad difundida también entre personas que no tienen una visión religiosa de la vida”, la meditación en el contexto de la oración cristiana guía a hombres y mujeres a “avanzar, con el Espíritu Santo, por el único camino de la oración: Cristo Jesús”.
“Meditar, para nosotros cristianos, es una forma de encontrar a Jesús. Y así, solo así, reencontrarnos con nosotros mismos”, dijo.
Continuando con su serie de charlas sobre la oración, el papa reflexionó sobre la meditación como una forma de oración que los cristianos usan para “buscar significado” dentro de los misterios sagrados y de la palabra de Dios.
La meditación, sin embargo, también la practican los no creyentes “representa un alto terraplén contra el estrés cotidiano y el vacío que se esparce por todos lados”, señaló.
“Ahí está, por tanto, la imagen de jóvenes y adultos sentados en recogimiento, en silencio, con los ojos medio cerrados… Pero podemos preguntarnos: ¿qué hacen estas personas? Meditan,” dijo. “Es un fenómeno que hay que mirar con buenos ojos: de hecho nosotros no estamos hechos para correr en continuación, poseemos una vida interior que no puede ser siempre pisoteada. Meditar es por tanto una necesidad de todos”.
Sin embargo, el papa dijo que para los cristianos, el uso de la meditación no se debe a una aspiración de “plena transparencia”, sino sobre todo un “encuentro con el Otro, con el Otro pero con la O mayúscula”.
“Si una experiencia de oración nos dona la paz interior, o el dominio de nosotros mismos, o la lucidez sobre el camino que emprender, estos resultados son, por así decir, efectos colaterales de la gracia de la oración cristiana que es el encuentro con Jesús, es decir meditar es ir al encuentro con Jesús, guiados por una frase o una palabra de la Sagrada Escritura”, dijo.
Partiendo de sus comentarios preparados, el papa dijo que si bien hay muchos métodos que son “importantes y dignos de práctica”, la meditación cristiana “no es posible sin el Espíritu Santo”.
“Jesús nos había dicho ‘os enviaré el Espíritu Santo. Él os enseñará y os explicará’. Y también en la meditación, el Espíritu Santo es la guía para ir adelante en el encuentro con Jesucristo”.
El papa Francisco dijo que la gracia de la oración cristiana es el conocimiento de que “Cristo no está lejos, pero siempre está en relación con nosotros”.
Animó a los cristianos a meditar en los Evangelios para que el Espíritu Santo nos “guíe para estar presentes allí”.
“Meditar, para nosotros cristianos, es una forma de encontrar a Jesús. Y así, solo así, reencontrarnos con nosotros mismos. Y esto no es un encerrarnos en nosotros mismos, no”, dijo. “Ir a Jesús y en Jesús encontrarnos a nosotros mismos, sanados, resucitados, fuertes por la gracia de Jesús. Y encontrar a Jesús salvador de todos, también mío. Y esto gracias a la guía del Espíritu Santo”.