Por Junno Arocho Esteves | Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Mientras bombardeos por parte de Rusia continúan destruyendo Ucrania, el papa Francisco oró para que Dios libere al mundo de la guerra y la necesidad de autodestruirse.
“Que el Señor envíe su Espíritu para que nos haga entender que la guerra es una derrota de la humanidad, nos haga entender que es necesario más bien derrotar la guerra. El Espíritu del Señor nos libere a todos de esta necesidad de autodestrucción, que se manifiesta haciendo la guerra”, dijo el papa el 23 de marzo durante su audiencia general semanal.
Antes de concluir la audiencia, el papa llevó a los peregrinos a rezar un Avemaría para recordar a las víctimas inocentes de la guerra de Ucrania, especialmente a las personas desplazadas, las que huyen, los muertos, los heridos, “tantas personas caídas de un lado y del otro”.
Según un informe publicado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos el 20 de marzo, al menos 902 civiles, incluidos 75 niños, han muerto desde que comenzó el ataque de Rusia al país hace casi un mes. El informe dice que la ONU cree que “las cifras reales son considerablemente más altas”, pero los intensos bombardeos han hecho imposible verificar otros informes.
Por ejemplo, en su discurso ante el parlamento italiano el 22 de marzo, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo que debido al fuerte bombardeo de Rusia sobre la ciudad de Mariúpol, “no queda nada allí”.
Con la intensidad de los ataques, particularmente contra objetivos no militares y áreas residenciales, algunos creen que Rusia, al no haber logrado capturar la ciudad capital de Kiev, ahora está librando una guerra de desgaste para desgastar las defensas de Ucrania.
“Son noticias de muerte”, dijo el papa sobre la escalada de violencia y la pérdida de vidas. “Pidamos al Señor de la vida que nos libere de esta muerte de la guerra. Con la guerra todo se pierde, todo. No hay victoria en una guerra: todo es derrota”.
Dirigiéndose a los líderes mundiales, el papa Francisco insistió en que la fabricación y el despliegue de armas “no es la solución al problema”.
“La solución es trabajar juntos por la paz y, como dice la Biblia, hacer de las armas instrumentos para la paz”, dijo el papa.