Por Junno Arocho Esteves | Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El propósito de la ley en la vida cristiana no es subyugar a la fuerza a otros, sino enseñar a hombres y mujeres el camino para obtener la verdadera libertad en Cristo, dijo el papa Francisco durante su audiencia general semanal.
La ley posee una función positiva pero “limitada en el tiempo”, dijo el papa el 18 de agosto a personas reunidas en la sala de audiencias de Pablo VI en el Vaticano.
“No se puede extender su duración más allá de toda medida, porque está unida a la maduración de las personas y a su elección de libertad”, dijo.
El papa continuó su serie de charlas sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas y se centró en la evaluación de San Pablo del papel que juega la ley en la vida de los cristianos.
San Pablo, dijo el papa, compara la ley con un disciplinario, “una bonita imagen, la del pedagogo de la que hablamos en la audiencia pasada, una imagen que merece ser comprendida en su auténtico significado”.
En la opinión del apóstol, explicó, el papel de la ley cambió después de la muerte y resurrección de Cristo. En su Carta a los Gálatas, san Pablo escribió que “antes de que llegara la fe, estábamos detenidos bajo la ley, confinados por la fe que iba a ser revelada”.
El papa dijo que el uso de san Pablo de la expresión “bajo la ley” conlleva “la idea de un sometimiento negativo, típico de los esclavos”.
“El apóstol lo explicita diciendo que cuando uno está ‘bajo la Ley’ se está como ‘vigilado’ o ‘cerrado’, una especie de custodia preventiva. Este tiempo, dice San Pablo, ha durado mucho – desde Moisés a la venida de Jesús – y se perpetúa hasta que se vive en el pecado”, dijo.
San Pablo amplía no solo el papel de la ley de “hacer a las personas conscientes del propio pecado”, sino también su capacidad para “termina por estimular la trasgresión”.
Sin embargo, para el pueblo de Israel, la ley — conocida como la Torá — fue “un acto de magnanimidad por parte de Dios con su pueblo” que los protegió, instruyó, disciplinó y sostenido “en su debilidad”, dijo el papa.
El papa Francisco dijo que para los cristianos, la ley tiene el mismo propósito hasta que “uno ha llegado a la fe”, entonces “debe ceder el paso a otra autoridad”.
Es bueno que nos preguntemos “si aún vivimos en la época en que necesitamos la Ley, o si en cambio somos conscientes de haber recibido la gracia de habernos convertido en hijos de Dios para vivir en el amor”, dijo el papa.