Pornografía debilita el alma, dice papa a jóvenes sacerdotes y seminaristas

Por Cindy Wooden | Catholic News Service

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Después de contar una divertida historia sobre haber recibido un teléfono celular que era “tan grande como un zapato” hace décadas, el papa Francisco alentó a jóvenes sacerdotes y seminaristas a hacer uso de la tecnología y las redes sociales, pero evitando la pornografía a toda costa.

Respondiendo el 24 de octubre a preguntas de sacerdotes y seminaristas que estudian en Roma, el Santo Padre manifestó que quería hablar claramente sobre un peligro que la tecnología ha puesto al alcance de todos: la pornografía digital.

“No voy a decir, ‘Levante la mano quien alguna vez haya experimentado esto'”, expresó el papa. Pero “es un vicio que tiene tanta gente, tantos hombres laicos, tanta mujeres laicas, y hasta sacerdotes y monjas. Por ahí entra el diablo”.

El papa Francisco dijo que no estaba hablando solo de formas “criminales” de pornografía, como la pornografía infantil, sino de “la pornografía algo ‘normal’. Queridos hermanos, tengan cuidado con esto. El corazón puro, el corazón que recibe a Jesús todos los días, no puede recibir esta información pornográfica”.

Según una transcripción publicada el 26 de octubre por la Oficina de Prensa del Vaticano, el Sumo Pontífice les dijo a los sacerdotes y seminaristas que, si sus teléfonos y computadoras les permitían bloquear todo acceso a la pornografía, deberían configurarlos de esa manera, y si no, deberían mantenerse constantemente en guardia.

El papa Francisco responde a las preguntas durante una reunión en el Vaticano con cientos de seminaristas y sacerdotes que estudian en Roma, el 24 de octubre de 2022. (Foto CNS/Vatican Media)

“Les digo, debilita el alma. Debilita el alma”, reiteró el papa. “Por ahí entra el demonio: debilita el corazón sacerdotal”.

Al comienzo de la audiencia, el papa Francisco reveló que los estudiantes habían enviado 205 preguntas y que intentaría contestar al menos 10 de ellas, lo cual hizo. Los temas en cuestión abordaban desde consejos sobre cómo encontrar un director espiritual hasta la pregunta de un sacerdote ucraniano sobre cuál debería ser el papel de la iglesia en tiempos de guerra.

“La santa madre iglesia es madre, madre de todos los pueblos”, respondió el pontífice. Y la iglesia sufre cuando hay guerra porque “las guerras traen la destrucción de sus hijos”.

La iglesia debe orar por la paz, dijo, y estar cerca y ayudar a todos los que están sufriendo los efectos de los combates.

Y aunque es difícil ver cómo la iglesia puede desempeñar un papel en la negociación de paz entre Rusia y Ucrania, acotó el papa, esta sí tiene un papel que desempeñar en la educación de los católicos para orar por sus enemigos.

“Ustedes están sufriendo tanto, su pueblo, lo sé, estoy cerca”, dijo el papa al sacerdote ucraniano. “Pero oren por los agresores, porque son víctimas como ustedes. No se ven las heridas en sus almas, pero oren, oren para que el Señor los convierta y les dé el deseo de querer paz. Esto es importante”.

Refiriéndose a la pregunta de los directores espirituales, el papa Francisco dijo que deben seguir el consejo de San Ignacio de Loyola y tener un sacerdote como confesor y otra persona como guía espiritual.

Si bien el sacramento de la reconciliación requiere un sacerdote, les dijo, sus directores espirituales pueden ser un sacerdote, una religiosa, o un laico. “La dirección espiritual no es un carisma clerical, es un carisma bautismal. Los sacerdotes que proveen dirección espiritual no tienen dicho carisma por ser sacerdotes, sino por ser bautizados”.

Otro joven le preguntó al papa Francisco cómo los sacerdotes y los seminaristas que estudian en Roma pueden sentir el “olor de sus ovejas” cuando están tan lejos de casa y de su ministerio habitual.

“Ya sea que estén estudiando o trabajando en la Curia o tengan algún otro compromiso, no es bueno para su salud espiritual no tener contacto, contacto sacerdotal, con el pueblo santo de Dios”, respondió el papa. Sin un contacto regular, un sacerdote podría ser un buen teólogo o un filósofo o un funcionario de la curia, pero todo eso sería sólo teórico.

“Es importante — diría necesario, de hecho, obligatorio — que cada uno de ustedes tenga una experiencia pastoral semanal, al menos”, sostuvo el Santo Padre.

Otro seminarista, quien había mencionado que trataba de encontrar el “equilibrio” entre saber que era un pecador al que Dios había mostrado misericordia y esforzarse por ser santo, inició un discurso del papa sobre cómo es mejor dejar encontrar el equilibrio en la vida a los equilibristas en la cuerda floja de los circos.

“La vida es un desequilibrio constante, porque la vida es caminar y encontrar, encontrar dificultades, encontrar cosas buenas que te lleven hacia adelante, y estas te desequilibran, siempre”, dijo el papa. “La vida cristiana es un caminar continuo, caer y levantarse”.

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Author: Catholic News Service

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