Sacerdote: Familia Guara vivió el ‘vínculo de amor’ que es la vida familiar

Por Catholic News Service

SURFSIDE, Florida (CNS) — El padre Juan Sosa, pastor de la iglesia católica que está cerca del edificio de condominios ahora demolido en Surfside, mostró una foto de la primera comunión de Lucía Guara, de 11 años, en 2019.

Lo colocó en el ataúd que la niña compartía con su hermana, Emma, ??de 4 años, durante una Misa exequial para las dos y sus padres el 6 de julio.

“La quiero colocar en su ataúd como símbolo de su unión con Cristo”, dijo el pastor de la iglesia St. Joseph de la foto. Un par de minutos antes señaló la pila bautismal de la iglesia donde Emma fue bautizada hace cuatro años.

“Se puede ver que las niñas fueron traídas (aquí) por sus padres, pero ahora Cristo las ha encontrado en una etapa diferente, en un momento diferente, porque Cristo nunca nos deja abandonados”, dijo el padre Sosa.

“La muerte no puede definir nuestra vida. Para los que creen, la muerte es una transformación. Eso viene de conocer a Jesús, de amar a Jesús, un compañero de los cristianos en nuestra vida diaria desde el bautismo hasta la muerte natural o trágica”, agregó.

Amigos y familiares de la familia Guara tocan el ataúd con los restos de un miembro de la familia despuÈs de asistir a una Misa exequial en la iglesia católica St. Joseph en Surfside, Florida, el 6 de julio de 2021. Marcus “Marc” Guara, su esposa, Anaely “Ana “Rodríguez y sus hijas Lucía, de 11 años, y Emma, de 4, murieron en el colapso de un edificio de condominios en Surfside el 24 de junio, no lejos de la iglesia católica. El cuerpo de Marcus Guara fue encontrado el 26 de junio y los cuerpos de su esposa e hijas fueron encontrados el 30 de junio. (Foto CNS/
Shannon Stapleton, Reuters)

Marcus “Marc” Guara, de 52 años, junto con su esposa, Anaely “Ana” Rodríguez, de 42, y las dos hijas de la pareja, fallecieron en el derrumbe del edificio de condominios el 24 de junio. El cuerpo de Marcus fue desenterrado de los escombros el 26 de junio y los cuerpos de su esposa e hijas el 30 de junio.

Para el 9 de julio, el número de muertos había aumentado a 64 y la operación de búsqueda y rescate cambió oficialmente a una misión de recuperación. Las autoridades dijeron que aún no han encontrado a 76 personas.

Lucía y Emma fueron enterradas en el mismo ataúd blanco, adornado con cintas rosadas y moradas. Dentro de la iglesia, su ataúd se colocó entre los ataúdes que contenían los cuerpos de su madre y su padre.

“En el Evangelio (de hoy), escuchamos que Jesús no quiere dejar a nadie solo o perdido … Él está orando al Padre por eso, está orando por sus propios discípulos, pero también está orando por ti y por mí. La muerte no nos define”, dijo el padre Sosa en su homilía, alternando entre inglés y español.

Dirigiéndose a los familiares y amigos de la familia Guara en la congregación, el sacerdote dijo: “Dios les dio muchos dones que ustedes pueden identificar mejor que yo porque los conocían muy bien. Dios continúa trayendo dones. No los rechacemos”.

Dijo que una lección que se puede aprender de la familia Guara y otros que perdieron la vida en el trágico derrumbe del edificio es “que la vida familiar vale más que cualquier cosa que valoramos”.

“La vida familiar es el vínculo de amor que apreciamos”, continuó, “el vínculo que nos ayuda a crecer incluso cuando peleamos entre nosotros, lo cual es normal en la vida familiar, incluso cuando nos enojamos unos con otros, que es normal en la vida familiar”.

“Dios es importante para nosotros y nos conoce en nuestra humanidad”, dijo el padre Sosa, “pero al mismo tiempo nos transforma por el poder del Espíritu para ser mejores cada día, para crecer de nuestra propia debilidad y ser enriquecido por su propia presencia”.

Señalando los ataúdes, agregó: “Ahora nos inspiran a llevar la vida familiar en ese contexto más que nunca. Ellos y todos los que aún no han encontrado: (15) miembros de nuestra parroquia que aún siguen desaparecidos”.

“Marcus, Anaely, Lucia y Emma, ??que el Señor les conceda la paz siempre y desde la comunión de los santos intercedan por nosotros para continuar nuestro largo camino hacia el reino celestial”, dijo el padre Sosa.

Durante la Misa exequial, los familiares y amigos de la familia Guara lloraron y se abrazaron durante el canto de “Amazing Grace” mientras sus ataúdes salían de la iglesia al final, informó la agencia de noticias The Associated Press.

Cuando el esfuerzo de búsqueda y rescate cambió a una operación de recuperación, los equipos de búsqueda pararon su trabajo alrededor de la 1:20 a.m. del 8 de julio y, parados al borde de los escombros, inclinaron la cabeza en silencio para honrar a las víctimas, dijo Daniella Levine Cava, la alcaldesa del condado Miami-Dade.

Ella le dijo a los reporteros que el esfuerzo de recuperación estaba “avanzando con la misma rapidez con la misma cantidad de personas en la pila (de escombros)”, y las autoridades estaban “teniendo tanto cuidado como siempre” buscando a las víctimas.

“Trabajamos las 24 horas del día para recuperar a las víctimas y lograr (una conclusión) para las familias lo más rápido posible”, dijo.

El alcalde de Surfside, Charles Burkett, dijo que los funcionarios locales aún esperaban lo mejor.

“Todavía estamos orando por un milagro. No hemos perdido toda esperanza”.

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Author: Catholic News Service

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