Por Cindy Wooden | Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El papa Francisco les dijo a los estudiantes italianos que “soñaran en grande” como San Juan XXIII y el reverendo Martin Luther King, Jr., imaginando el mundo de paz y justicia que les gustaría ver.
Y al mismo tiempo, les deseó un buen camino de Adviento “compuesto de muchos pequeños gestos de paz cada día: gestos de acogida, de encuentro, de comprensión, de cercanía, de perdón, y de servicio. Gestos que salen del corazón y son pasos hacia Belén, hacia Jesús, que es el príncipe de la paz”.
El Santo Padre se reunió el 28 de noviembre con unos 6,000 colegiales, adolescentes, y profesores italianos, que han estado participando en el programa de la Red Nacional de Escuelas por la Paz.
De este programa, que se centra en el tema “Por la paz, con el cuidado”, el papa Francisco les dijo que la segunda parte es esencial.
“Por lo general, hablamos de paz cuando nos sentimos directamente amenazados, como en el caso de un posible ataque nuclear o una guerra que se está peleando en nuestra puerta”, expresó el papa. Y “nos preocupamos por los derechos de los migrantes cuando tenemos algún familiar o amigo que ha migrado”.
Sin embargo, incluso cuando la guerra no está cerca o amenaza a alguien conocido, “¡la paz siempre, siempre tiene que ver con cada uno de nosotros! Así como siempre se trata de otro, nuestro hermano o hermana, y él o ella debe ser atendido”, el Sumo Pontífice manifestó a los estudiantes.
El papa dijo que ese tipo de preocupación lo muestran las personas que han ganado el Premio Nobel de la Paz, pero también muchas “personas desconocidas que trabajan en silencio por esta causa”.
El papa Francisco dijo que quería llamar la atención de los estudiantes sobre dos importantes testigos de la paz: San Juan y el reverendo King.
A principios de la década de 1960, una época “marcada por fuertes tensiones — la construcción del Muro de Berlín, la crisis de los misiles cubanos, la Guerra Fría y la amenaza nuclear” — San Juan publicó su “famosa y profética encíclica, ‘Pacem in Terris'”.
Si bien el documento se publicó en 1962, “es muy oportuno”, acotó el Santo Padre. “El papa Juan se dirigió a todas las personas de buena voluntad, llamando a la resolución pacífica de todas las guerras a través del diálogo y el desarme. Fue un llamado que recibió una gran atención en el mundo, mucho más allá de la comunidad católica, porque había captado algo que toda la humanidad necesitaba, que sigue siendo el caso hoy”.
El papa Francisco les dijo que unos meses después de la publicación de “Pacem in Terris”, el reverendo King, “otro profeta de nuestro tiempo”, pronunció su famoso discurso “Tengo un sueño”.
“En un contexto estadounidense fuertemente marcado por la discriminación racial, hizo soñar a todos con la idea de un mundo de justicia, libertad, e igualdad”, dijo el papa, citando una línea del discurso: “Tengo un sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter”.
Luego, el papa Francisco preguntó a los jóvenes: “¿Cuál es su sueño para el mundo de hoy y de mañana? Los animo a soñar en grande, como Juan XXIII y Martin Luther King”.
El papa también los animó a considerar unirse a otros jóvenes para la Jornada Mundial de la Juventud en Portugal a principios de agosto para encontrarse con jóvenes “de todo el mundo, todos unidos por el sueño de la fraternidad basada en la fe en el Dios que es paz, el padre de Jesucristo, y Padre nuestro”.