Kamil Cierniak vivió con atrofia muscular espinal, una enfermedad terminal, durante 26 años. Era frágil, hablaba con voz delicada y débil, y manejaba su silla de ruedas eléctrica usando un solo dedo. Pero tenía algo que era imbatible en su vida: su fe. Fue esta fe la que lo llevó al Santuario de Lourdes, en Francia, en mayo de 2015. A pesar de ser discapacitado, el joven estudiante polaco dirigió un documental sobre otras personas discapacitadas que viajaban a Lourdes para la peregrinación anual de mayo con la Orden de Malta.