Por Carol Glatz | Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO — El Vaticano está listo para facilitar las negociaciones entre Rusia y Ucrania, dijo el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.
“La única forma razonable y constructiva de dirimir las diferencias es a través del diálogo, como no se cansa de repetir el papa”, dijo el cardenal.
“La Santa Sede, que en los últimos años ha seguido los acontecimientos en Ucrania de manera constante, discreta y con gran atención, ofreciendo su disponibilidad para facilitar el diálogo con Rusia, está siempre dispuesta a ayudar a las partes a retomar ese camino”, dijo el cardenal.
En una entrevista conjunta con cuatro periódicos italianos el 28 de febrero, el cardenal Parolin dijo: “Aunque sucedió lo que temíamos y esperábamos que no sucediera, la guerra desatada por Rusia contra Ucrania, estoy convencido de que siempre hay espacio para la negociación. ¡Nunca es demasiado tarde!”
Reiteró el mismo llamado que dijo que hizo el papa Francisco durante su visita al embajador ruso ante la Santa Sede el 25 de febrero de “detener los enfrentamientos y volver a las negociaciones”.
“En primer lugar, el ataque militar, cuyas trágicas consecuencias ya hemos presenciado, debe detenerse de inmediato”, dijo el cardenal.
“La comunicación y la escucha mutua es necesaria para conocer y comprender plenamente las razones de los demás”, dijo. “Cuando las personas dejan de comunicarse y escucharse sinceramente, se miran con desconfianza y terminan intercambiando solo acusaciones mutuas”.
Dijo que “esta sordera mutua” ha llevado a un conflicto abierto.
“Las aspiraciones de cada país y su legitimidad deben ser objeto de una reflexión común, en un contexto más amplio y, sobre todo, teniendo en cuenta las opciones de los ciudadanos y respetando el derecho internacional”, dijo.
A pesar de sus divisiones, tanto la iglesia ortodoxa como la católica “coinciden en expresar una grave preocupación por la situación y en afirmar que, al margen de cualquier otra consideración, los valores de la paz y de la vida humana son lo que verdaderamente están en el corazón de las iglesias, que puede juegan un papel fundamental para evitar que la situación empeore aún más”.
Consultado sobre los riesgos de que el conflicto se extienda a otros países europeos dada la decisión de varias naciones occidentales de enviar armas a Ucrania, el cardenal Parolin dijo: “Sería una catástrofe de proporciones gigantescas, aunque, desgraciadamente, no es una eventualidad que deba excluirse por completo”.
Una preocupación adicional, dijo, es el “posible regreso a una nueva guerra fría con dos bloques opuestos”.
Este “inquietante escenario”, dijo, “va en contra de la cultura de la fraternidad que propone el papa Francisco como el único camino para construir un mundo justo, solidario y pacífico”.