Comunidad católica se reúne en oración y ofrece apoyo a afectados por derrumbe del puente

Por George P. Matysek Jr. | OSV News

Varias horas después de que el puente Francis Scott Key se derrumbara en el río Patapsco el 26 de marzo, más de 200 personas, muchas de ellas todavía en estado de shock, se reunieron en oración en una misa a las 5:30 p.m. en la Catedral de María Nuestra Reina en Baltimore.

El carguero Dali aparece en la foto el 26 de marzo de 2024, después de que se estrellara contra el puente Francis Scott Key en Baltimore, provocando su colapso. El arzobispo William E. Lori de Baltimore celebró una misa de curación ese mismo día en la Catedral de María Nuestra Reina para los afectados por el colapso. (Foto de OSV News/Nathan Howard, Reuters)

El puente se derrumbó aproximadamente a la 1:30 de la madrugada después de que un portacontenedores de 900 pies tuviera al parecer problemas con su propulsión y chocara contra uno de los pilares de apoyo del puente.

Seis trabajadores de construcción que estaban trabajando en el puente en el momento de su derrumbe, estaban desaparecidos y se presume que han muerto. Otros dos obreros fueron rescatados, uno de ellos fue hospitalizado. También varios autos se precipitaron al río.

En la homilía de la sombría liturgia, el arzobispo William E. Lori animó a rezar por las personas que perdieron la vida, por los sobrevivientes y por todos aquellos cuyas vidas y medios de subsistencia se verán afectados por el derrumbe. También animó a los presentes a decidirse a amar a aquellos que Dios ha puesto en sus vidas y a hacerles saber cuánto son amados.

“Nuestras mentes se dirigen en primer lugar a aquellos cuyas vidas se perdieron y a los seres queridos que se enfrentan a esta noticia impensable e inesperada”, dijo el arzobispo Lori. “Aunque sabemos que nuestras vidas son frágiles, un momento como éste nos recuerda lo que puede cambiar en un instante. En la caridad de nuestras oraciones esta noche, elevamos estas almas, las que se han ido y las que quedan, al Señor de la vida y del amor”.

El arzobispo señaló que, en los próximos días y semanas, muchos otros se verán afectados por la tragedia.

El arzobispo de Baltimore William E. Lori habla con los medios de comunicación el 26 de marzo de 2024, antes de celebrar una misa de curación en la Catedral de María Nuestra Reina para los afectados por el colapso del puente Francis Scott Key esa mañana. (Foto de OSV News/Kevin J. Parks, Catholic Review)

“Marinos de todo el mundo, personas que ya trabajan en condiciones muy difíciles, están ahora varados en el puerto de Baltimore”, dijo. “Muchos hombres y mujeres de toda nuestra región cuyo sustento depende de nuestro puerto están llenos de miedo e incertidumbre al mirar el camino que les espera”.

El arzobispo dijo que las comunidades de toda la región se verán “afectadas por el corte de este enlace vital de transporte”. Subrayó que en los próximos días se requerirá “preocupación, amor y generosidad constantes” en apoyo a los afectados por el colapso.

“A menudo ocurre que cuando pasa una tragedia, nos sacudimos de nuestra forma normal de ver las cosas; nuestros corazones se conmueven al pensar en aquellos que están afectados y sufriendo”, dijo. “Pero a medida que pasa el tiempo y surgen las exigencias normales de la vida cotidiana, es fácil que olvidemos esta experiencia y olvidemos a aquellos cuyas vidas no volverán a la normalidad”.

El obispo auxiliar Bruce A. Lewandowski, que concelebró la misa junto con el obispo auxiliar Adam J. Parker, dijo a Catholic Review, el medio de noticias de la Arquidiócesis de Baltimore, que el padre redentorista Ako Walker estaba con las familias de los seis trabajadores de la construcción mientras esperaban noticias sobre sus seres queridos. Los guardacostas estadounidenses anunciaron a última hora del día que habían dado por terminada la operación de búsqueda y rescate.

El padre Walker es el párroco bilingüe del Sagrado Corazón de Jesús en el barrio Highlandtown de Baltimore. Se creía que los trabajadores de la construcción que fueron víctimas del accidente del puente son hispanos. Posteriormente, la embajada de México en EE.UU. confirmó que había ciudadanos mexicanos entre las víctimas y Ministerio de Exteriores de Guatemala confirmó que dos eran guatemaltecas, según la agencia EFE.

“Él está allí y ofrece oración y presencia”, dijo el obispo Lewandowski. “Es una situación muy triste. Es bueno que pueda estar allí y que, a través de él, la Iglesia pueda ofrecer consuelo y tranquilidad a las familias. No puedo imaginar por lo que deben estar pasando”.

El obispo dijo que la Iglesia ha ofrecido todo el apoyo que puede a través del Centro Esperanza, una filial de Caridades Católicas en el este de Baltimore que apoya a las comunidades de inmigrantes. En el caso de que las familias necesiten iglesias para los funerales, dijo el obispo Lewandowski, que también se pondrá a disposición.

La Iglesia Católica ha estado trabajando con Giuliana Valencia-Banks, coordinadora de asuntos de inmigrantes del condado de Baltimore y ex empleada del Centro Esperanza, para ayudar a coordinar el apoyo a las familias.

El obispo Lewandowski señaló que los líderes católicos también han estado en contacto con personas que conocen en la comunidad hispana que realizan trabajos de construcción de puentes para comprobar su seguridad, ya que muchos de ellos son feligreses del Sagrado Corazón de Jesús.

“Algunos respondieron la llamada y otros no”, dijo.

Andy Middleton, director del ministerio Apostolado del Mar de la Arquidiócesis de Baltimore para los marinos del puerto de Baltimore, ofreció una de las lecturas en la Misa de la catedral.

Middleton dijo a Catholic Review que el Apostolado del Mar había atendido a miembros de la tripulación del carguero Dali el 24 y 25 de marzo, entregando cajas de Pascua a la tripulación del barco. Había estado en contacto con uno de los miembros de la tripulación del carguero inutilizado “cuatro o cinco veces” tras el derrumbe del puente, dijo.

“Se trata de seguir en contacto con ellos”, dijo, señalando que todos en el barco estaban a salvo e ilesos. “Saben que estamos rezando con ellos”.

Lora Hargrove, feligresa de San Bernardino en el Oeste de Baltimore y directora de relaciones interreligiosas del gobernador de Maryland, Wes Moore, representó al gobernador en la liturgia de la catedral.

Lora Hargrove, directora de extensión interreligiosa del gobernador de Maryland, Wes Moore, y feligrés de la Iglesia de San Bernardino en el oeste de Baltimore, estrecha la mano del teniente coronel de la policía de la ciudad de Baltimore, Nicholas Edwards, durante el signo de la paz en una misa el 26 de marzo de 2024. de curación celebrada en la Catedral de María Nuestra Reina en Baltimore para los afectados por el colapso del puente Francis Scott Key de la ciudad ese mismo día. (Foto de OSV News/Kevin J. Parks, Catholic Review)

Luego de la Misa, declaró a Catholic Review que para ella era importante estar presente “para representar a todas las religiones juntas, de modo que podamos observarnos, velar unos por otros… rezar unos con otros”.

El padre Kevin Ewing, párroco de la Comunidad Católica del Sur de Baltimore, dijo a Catholic Review ese mismo día que muchos de sus feligreses, sus familiares y otras personas están relacionados con el Puerto de Baltimore como trabajadores de barcos o estibadores. La parroquia ofreció una Misa a las 7 de la tarde del 26 de marzo en Nuestra Señora del Buen Consejo para rezar por todos los afectados por la tragedia.

“En ese sentido, hemos tenido noticias de familiares que sólo quieren reunirse para rezar”, dijo. “Es nuestra oportunidad para tratar de ver cómo podemos ayudarles a navegar como sea que sus vidas o su sustento se vea afectado”.

La Comunidad Católica del Sur de Baltimore, formada por Nuestra Señora del Buen Consejo, Santa María Estrella del Mar y Santa Cruz, ha estado en contacto con el Apostolado del Mar para proporcionar cualquier apoyo material o acompañamiento que pueda ser necesario en los próximos meses, dijo el padre Ewing.

Según un comunicado del 26 de marzo del Puerto de Baltimore, el tráfico de barcos hacia y desde el puerto ha sido suspendido hasta nuevo aviso.

En una sesión informativa celebrada por la tarde en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden se comprometió a utilizar recursos federales para reconstruir el puente. Señaló que el puerto de Baltimore es uno de los mayores centros de transporte marítimo del país, con un volumen récord de carga el año pasado.

Dijo que 15.000 puestos de trabajo “dependen de ese puerto. Y vamos a hacer todo lo posible para proteger esos empleos y ayudar a esos trabajadores”. El puente es importante para todo el corredor noreste, ya que lo cruzan más de 30.000 vehículos al día, añadió.

El puente Francis Scott Key se construyó entre 1972 y 1977 a un costo de 60.3 millones de dólares. El puente de cuatro carriles tenía una longitud de 1.6 millas y un volumen de tráfico de 11.3 millones de vehículos al año.

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Author: OSV News

OSV News is a national and international wire service reporting on Catholic issues and issues that affect Catholics.

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