Por Justin McLellan | Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Establecer procedimientos claros para proteger a las personas vulnerables contra el abuso “debe convertirse en una prioridad en cada Iglesia local”, dijo el Papa Francisco.
En un mensaje a los participantes en el segundo congreso latinoamericano sobre la prevención del abuso, el Papa dijo que, aunque los líderes de la Iglesia han hecho mucho para combatir el mal del abuso, sigue siendo un “peligro claro y presente” para los fieles que “continuará degradando el Evangelio del Señor a los ojos de todos”.
Bajo el lema “Atender, Informar y Comunicar: Claves por una gestión eficaz en los casos de abuso sexual”, la conferencia celebrada en Asunción (Paraguay) del 14 al 16 de marzo reunió a académicos, pastores y expertos en protección de menores para reflexionar sobre cómo proteger mejor a los menores de América Latina de los abusos.
El Papa Francisco señaló que se debe prestar especial atención a garantizar que las medidas creadas en su carta apostólica de 2019 “Vox Estis Lux Mundi”, que pedía caminos claros y accesibles a la justicia para las víctimas de abusos, se apliquen en “aquellas partes de la Iglesia donde los esfuerzos para promover medidas de prevención adecuadas aún se encuentran en las primeras etapas debido a la falta de recursos”.
“No debemos permitir que las crueles desigualdades que afectan a nuestras sociedades afecten a nuestra Iglesia”, escribió.
Cualquier miembro de la jerarquía eclesiástica que minimice el impacto de la crisis de abusos en la Iglesia o el peligro que suponen los abusos para la Iglesia “deshonra a aquellos que han sufrido tanto y engaña a aquellos a quienes dicen servir”, dijo el Papa Francisco.
Como ejemplo de las medidas que está tomando la Iglesia para hacer frente a la crisis de los abusos, el Papa señaló que había encargado a la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores que realizara una auditoría anual de lo que está haciendo la Iglesia para proteger a los menores.
Dirigiéndose a los participantes del congreso en Paraguay, el cardenal estadounidense Sean P. O’Malley, presidente de la comisión, dijo que la prevención de los abusos en América Latina “es más que la implementación de un código de conducta”, está “alojada en la más amplia cultura del cuidado”.
“Llamarnos ‘creyentes’ sería asegurar que nuestra fe se traduzca en ser promotores del cuidado, la integridad y la seguridad de quienes integran nuestra comunidad”, dijo.
El cardenal dijo que la comisión pontificia está elaborando actualmente un programa que se aplicará con las conferencias episcopales nacionales y que ayudará a formar especialistas en la lucha contra los abusos y a establecer centros de escucha para las víctimas en las diócesis de todo el mundo.
“Hacer visibles los esfuerzos de prevención en las diócesis hace que nuestra conversación sobre (esto en) la Iglesia sea más creíble”, dijo el cardenal O’Malley.
El Papa Francisco duplicó el tamaño de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores al nombrar a 10 nuevos miembros en septiembre. Cinco de los 20 miembros de la comisión proceden de América Latina.