SANTA ROSA, California (OSV News) – La diócesis de Santa Rosa se declaró en bancarrota el 13 de marzo, días después de que su obispo concluyera que la decisión era necesaria para hacer frente a las posibles 200 nuevas demandas presentadas contra la diócesis por sobrevivientes de abusos sexuales a menores.
(CNS photo/Stefano Dal Pozzolo)
En un comunicado publicado el 10 de marzo en el sitio web de la diócesis, el obispo Bishop Robert F. Vasa dijo que, tras “meses de cuidadosa reflexión y oración” — incluidas consultas con los sacerdotes de la diócesis, el consejo de finanzas de la diócesis y otros profesionales contratados por la diócesis, “estaba claro que esta medida era necesaria”.
El obispo Vasa señaló que la diócesis se enfrenta a al menos 160 nuevas demandas en su contra como resultado de la legislación de California que abre una ventana de tres años en el estatuto de limitaciones, del 1 de enero de 2020 al 2 de enero de 2023, que permite a los sobrevivientes de abuso sexual infantil presentar demandas dentro de ese plazo. Reconoció que esas demandas podrían superar potencialmente las 200 y son “demasiado numerosas para resolverlas individualmente.”
La Red de Supervivientes de Abusados por Sacerdotes (Survivors Network of those Abused by Priests, SNAP) criticó la declaración de quiebra en un comunicado del 14 de marzo, argumentando que la diócesis se está “protegiendo de la verdadera rendición de cuentas y abusando de las normas judiciales para mantener al público y a los feligreses en la oscuridad sobre el verdadero alcance de los abusos del clero en su área”.
El obispo Vasa dijo que esperaba que el proceso de quiebra permitiera a la iglesia continuar su misión y también proporcionar “a quienes han denunciado y a quienes aún no lo han hecho, al menos alguna compensación por los daños que han sufrido”.