Obispo Neary: Haciendo la obra de resurrección

Queridos amigos:

A medida que llegamos al final de nuestro viaje de Cuaresma y entramos en la gran fiesta de la Pascua, nuestros corazones se regocijan al saber que Cristo, nuestra luz, ha resucitado, ¡para nunca más morir!

Por Obispo Neary, C.S.C.

Nosotros, los cristianos, a veces podemos perder de vista el significado profundo de la resurrección corporal de Cristo, tal como la testificaron por primera vez María Magdalena y los discípulos. Mientras que el Big Bang puso en marcha el primer acto de la creación que se estima que ocurrió hace 13.800 millones de años, la resurrección de Cristo puso en marcha el mayor acto de la nueva creación que ocurrió hace 2,000 años.

El Beato Basilio Moreau, el fundador de mi orden religiosa, la Congregación de la Santa Cruz, escribió una vez: ¡“Debemos dedicarnos a la obra de la resurreccion”¡ Ustedes y yo somos testigos vivos de Cristo resucitado y de sus amigos más íntimos, llamados cada día a ser personas con esperanza a llevar la buena nueva.

Desde el día de mi ordenación como obispo de la Diócesis de St. Cloud, estoy impresionado por todas las maravillosas obras de resurrección que veo que tienen lugar en esta Diócesis. En las parroquias y escuelas que he visitado hasta ahora, veo a Cristo resucitado trabajando. Cuando hice mi primera visita al hospital de St. Cloud y conocí al equipo de atención pastoral que acompaña a los enfermos y moribundos, sentí a Cristo resucitado en el trabajo. En mi primera Misa de confirmación en la Parroquia de Santa María en Alejandría, (Alexandria), experimenté a Cristo resucitado en el momento de ungir la frente de 39 jóvenes con aceite crismal.

No hace mucho, todo el equipo pastoral de la diócesis se reunió para compartir sobre el proceso sinodal y cómo inspiró una esperanza renovada para nosotros y para la Iglesia universal. Mientras compartíamos en oración los temas clave del documento de resumen sinodal, ¡sentía que estábamos en la obra de la resurrección!

Claramente, uno de los lugares clave en los que encontramos a Cristo resucitado es en la celebración de la Eucaristía, que es el mensaje central del Avivamiento Eucarístico que tiene lugar en la diócesis. En esencia, la Eucaristía se trata de la alegría de encontrar a Aquel cuya imagen y semejanza llevamos. Experimentamos el mismo tipo de intimidad con Cristo que experimentó María Magdalena, así como el discípulo amado, Juan, quien se reclinó sobre el pecho de Jesús en la Última Cena y fue el primero en mirar dentro de la tumba vacía.

Cada uno de nosotros está llamado a participar en la obra de la resurrección en nuestra vida diaria. La mayoría de las veces, este trabajo no es dramático, pero se expresa en formas pequeñas: saludar a un extraño, orar por otros que están enfermos, visitar a alguien que vive solo o preparar una comida para la familia. Cualquier cosa hecha con gran amor, por simple que sea, es una obra de resurrección. ¡En un mundo donde hay tanta soledad, seamos personas con esperanza para llevar!

Suyo en Cristo,
+Obispo Patrick M. Neary, C.S.C., el décimo obispo de la Díocesis de St. Cloud, Minnesota.

La mañana de la Resurrección se representa en “Ha resucitado”, una pintura del artista cristiano chino contemporáneo He Qi. (CNS photo/courtesy of He Qi/heqiart.com)

Author: Bishop Patrick Neary, C.S.C.

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