Por Cindy Wooden | Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Los medios católicos están llamados a romper las barreras ideológicas y ayudar a los creyentes a conocer la fe y las luchas de sus hermanos y hermanas en todo el mundo, dijo el papa Francisco.
“En un mundo donde las comunicaciones aparentemente han disminuido las distancias”, dijo, “los controles fronterizos ideológicos se han multiplicado”, manteniendo las voces, la fe y las historias de muchas personas fuera de los principales medios de comunicación.
Reunido el 13 de octubre con el personal de “Mondo e Missione”, la revista de 150 años del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, el papa Francisco dijo que el desafío es ir a las comunidades ignoradas por la mayoría del mundo y compartir con los lectores ” la belleza y riqueza de las diferencias, pero también las múltiples distorsiones e injusticias de sociedades cada vez más interconectadas y al mismo tiempo marcadas por fuertes desigualdades”.
“La revista nació en respuesta a una necesidad del pueblo de Dios: muchos querían leer las historias de los misioneros, heroicos, para sentirse cerca de ellos y de su trabajo, para acompañarlos con la oración”, dijo el papa. Pero también querían “aprender sobre países y culturas de una manera diferente a lo que era común entonces, que estaba impregnado de una mentalidad colonial”.
Los lectores de hace 150 años trataban de mirar el mundo “con una mirada cristiana, respetuosa y atenta a las ‘semillas’ de verdad y bien esparcidas por el mundo”, dijo.
De hecho, dijo el papa, cuando los misioneros van a esas tierras lejanas, “a menudo sucede que descubren que el Espíritu Santo llegó antes que ellos. El que salió de casa para evangelizar se encuentra recibiendo la buena noticia”.
Y cuando uno encuentra vivo el gozo del Evangelio en una comunidad, no debe reservárselo, dijo el papa. Compartirlo con otros también ayuda a revivir su fe, que es otra función de los medios católicos.
La revista y los demás medios y redes sociales de los misioneros les permiten compartir la voz de quienes, a los ojos del mundo, “no tienen derecho a hablar o no son escuchados: los más pobres, las minorías oprimidas, las víctimas de guerras olvidadas”.
“Esto lo quiero enfatizar: las guerras olvidadas. Hoy todos estamos preocupados, y es bueno que lo estemos, por una guerra aquí en Europa, en la puerta de Europa, pero durante años ha habido guerras, durante más de 10 años en Siria, acuérdense de Yemen, de Myanmar, de África”, dijo. No reciben la atención que merecen, dijo, y eso es “una vergüenza”.