El Papa le dice a los sacerdotes: Sean agentes de armonía, no de división

Por Justin McLellan | Catholic News Service

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Los sacerdotes “ungidos” por el Espíritu Santo deben ser auténticos agentes de concordia y no “instrumentos de división”, dijo el Papa Francisco.

Celebrando la Misa crismal en la Basílica de San Pedro el 6 de abril, el Papa dirigió su homilía a unos 1,800 sacerdotes concelebrantes en lo que llamó “el día en que nació el sacerdocio”, la institución de la Eucaristía que se celebra el Jueves Santo.

Construir la armonía no es sólo una forma de mejorar la Iglesia o de ser educados, les dijo el Papa Francisco, sino “una exigencia intrínseca de la vida del Espíritu”.

“Si la gente encuentra incluso en nosotros personas insatisfechas y descontentas, que critican y señalan con el dedo, ¿dónde descubrirán la armonía?”, preguntó el Papa. “¿Cuánta gente no se acerca o se aleja porque en la Iglesia no se siente acogida y amada, sino mirada con recelo y juzgada?”

“En nombre de Dios, ¡acojamos y perdonemos siempre!”, dijo.

El Papa Francisco presidió la Misa Crismal, llamada así por los óleos bendecidos durante la liturgia, pero los principales concelebrantes en el altar fueron: Los cardenales Angelo De Donatis, vicario del Papa para Roma; Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio; Leonardo Sandri, vicedecano; Francis Arinze, cardenal de tercer rango; y el obispo auxiliar de Roma Baldassare Reina.

Urnas de plata con los óleos bendecidos por el papa Francisco junto al altar durante la misa crismal en la basílica de San Pedro del Vaticano el 6 de abril de 2023. Durante la misa, el Papa bendijo los óleos que se utilizarán para los sacramentos del bautismo, la confirmación, la ordenación y la unción de los enfermos en el próximo año. (CNS photo/Chris Warde-Jones)

Tras la homilía, los sacerdotes renovaron las promesas hechas a su obispo en la ordenación. A continuación, los diáconos trajeron grandes urnas de plata por el pasillo central de la Basílica de San Pedro para recibir la bendición del Papa. Los óleos se distribuirán a las parroquias de Roma y se utilizarán para los sacramentos del bautismo, la confirmación, la ordenación y la unción de los enfermos en el próximo año.

Siguiendo la tradición, el Papa Francisco sopló sobre el óleo crismal para simbolizar la infusión del Espíritu Santo, aunque no se puso de pie sobre la urna como en años anteriores: el enorme recipiente fue acercado a su silla y él permaneció sentado, ya que sigue sintiendo dolor en la rodilla.

Mientras miles de laicos asistían, el Papa Francisco habló de los problemas a los que se enfrentan sacerdotes y obispos en sus vocaciones y los animó a mirar al Espíritu Santo para abrazar su vocación en momentos de duda.

“A todos, tarde o temprano, nos sucede que experimentamos decepciones, dificultades y debilidades, con el ideal que parece desgastarse entre las exigencias de la realidad, mientras se impone una cierta costumbre; y algunas pruebas, antes difíciles de imaginar, hacen que la fidelidad parezca más difícil que antes”, dijo el Papa.

En este momento “culminante”, dijo, los sacerdotes pueden “derivar hacia una cierta mediocridad, arrastrándose cansinamente hacia una ‘normalidad'” o ser revitalizados por el Espíritu Santo.

“La madurez sacerdotal viene del Espíritu Santo”, dijo. “¡Nuestro sacerdocio no crece remendando, sino desbordándose!”

Dejando a un lado su texto preparado, el Papa Francisco compartió que estaba pensando en los sacerdotes “en crisis, que están desorientados y no saben cómo retomar el camino de la unción del Espíritu”.

“A estos hermanos, pienso en ustedes, y les digo simplemente: ‘ánimo’, el Señor es más grande que sus debilidades, que sus pecados, confíense al Señor”, dijo el Papa. “Una doble vida no te ayudará, ni tampoco tirarlo todo por la ventana. Mira adelante y déjate acariciar por la unción del Espíritu Santo”.

Acoger al Espíritu en la propia vida “sucede cuando admitimos la realidad de nuestra propia debilidad”, dijo.

Los sacerdotes, dijo, deben ser honestos y preguntarse: “¿mi realización depende de lo bueno que soy, del cargo que obtengo, de los cumplidos que recibo, de la carrera que hago, de los superiores o colaboradores que tengo, de las comodidades que puedo garantizarme, o de la unción que perfuma mi vida?”

La vida espiritual se vuelve “libre y gozosa no cuando se guardan las formas y se hace un remiendo, sino cuando se deja la iniciativa al Espíritu”, dijo el Papa.

Terminó su homilía con “una palabra sencilla e importante” para los sacerdotes: “Gracias”.

“Gracias por su ministerio, que a menudo se realiza en medio de mucho esfuerzo y poco reconocimiento”, dijo, antes de rezar para que sean “apóstoles de armonía”.

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Author: Catholic News Service

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