Cada año, durante la Vigilia Pascual, miles de personas que pasan por el Rito de Iniciación Cristiana son bienvenidas a la Iglesia Católica en los Estados Unidos. Este año, el 18 de febrero en la Catedral de St. Mary en St. Cloud, 49 candidatos y 19 catecúmenos de toda la Diócesis de St. Cloud celebraron el Rito de Elección y el Llamado a la Conversión Continua, un paso en su preparación para recibir el Sacramentos de iniciación.
“El Rito de Elección siempre ocurre el primer domingo de Cuaresma”, explicó la hermana dominicana Jeanne Wiest, directora diocesana de culto. “Es la puerta de entrada al Período de Purificación e Iluminación para aquellos catecúmenos que esperan los sacramentos del bautismo, la confirmación y la Eucaristía. En nombre de la Iglesia y basándose en el testimonio de los padrinos y catequistas, el obispo hace la “elección”, es decir, elige y admite a los nuevos elegidos, ex catecúmenos, a los sacramentos de iniciación en la Vigilia Pascual.
“El Rito de Elección es un paso significativo en el camino de quienes buscan convertirse en miembros de la Iglesia Católica y uno en el que participa toda la Iglesia, desde el obispo hasta los catequistas, los padrinos, los pastores, los familiares y amigos y los elegidos. orando unos por otros durante la Cuaresma y, en última instancia, por la alegría de la Pascua”, concluyó la hermana Jeanne.
Según la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, los días de Cuaresma son “un período de preparación marcado por la oración, el estudio y la dirección espiritual de los elegidos, y las oraciones por ellos por parte de las comunidades parroquiales.
“Como católico recién iniciado, continúa su formación y educación en el Período de la Catequesis Postbautismal, que también se llama mistagogía. Este período continúa al menos hasta Pentecostés. Durante el período, los miembros recién bautizados reflexionan sobre sus experiencias en la Vigilia Pascual y continúan aprendiendo más sobre las Escrituras, los Sacramentos y las enseñanzas de la Iglesia Católica. Además, reflexionan sobre cómo servirán a Cristo y ayudarán en la misión y las actividades de extensión de la Iglesia.
“Entrar en plena comunión con la Iglesia Católica describe el proceso de entrada a la Iglesia Católica para [aquellos] cristianos ya bautizados. En la mayoría de los casos, estas personas hacen una profesión de fe pero no se vuelven a bautizar. Para prepararse para esta recepción, las personas, llamadas candidatos, generalmente participan en un programa de formación para ayudarlos a comprender y experimentar las enseñanzas y prácticas de la Iglesia Católica. Aunque se puede realizar cierta preparación con los catecúmenos que se preparan para el bautismo, la preparación de los candidatos es diferente ya que ya han sido bautizados y comprometidos con Jesucristo, y muchos también han sido miembros activos de otras comunidades cristianas. Los candidatos pueden ser recibidos en la Iglesia Católica en la Vigilia Pascual o en otro domingo durante el año dependiendo de las circunstancias pastorales y la preparación del candidato”.
Christine Pinto, directora asociada diocesana para la formación en la fe, explicó que el papel de la comunidad a lo largo de este proceso es esencial.
“Si pensamos en nosotros mismos y en cómo crecimos en nuestra fe, sabemos que fueron las personas que nos rodeaban, la comunidad, quienes fueron testigos de nosotros, formándonos a través de sus palabras y acciones, llevándonos a una comprensión más profunda de la fe. La comunidad en la que vivimos forma nuestro sistema de valores. La comunidad católica está llamada a compartir las enseñanzas de Jesús siendo discípulos en el camino unos con otros. Nadie aprende la fe en el vacío, la aprendemos a través de los encuentros fieles que tenemos con los demás: ver a los demás servir nos enseña a ser útiles. Ver a la gente orar y participar en la oración nos forma como un pueblo de oración. Nos convertimos en evangelizadores sólo después de haber sido evangelizados por primera vez”.
La Diócesis de St. Cloud ha visto un aumento en el número de candidatos y catecúmenos hispanos/latinos que se presentan para la iniciación total en los últimos años. Según Mayuli Bales, directora diocesana de ministerios multiculturales, quienes buscan la plena comunión en la Iglesia católica tienen el deseo de aprender más sobre la fe católica y sienten la necesidad de un lugar de amor y pertenencia. El creciente número de ministerios eclesiales laicos de habla hispana ha creado más oportunidades para el diálogo, la educación y la invitación al discernimiento.
“[Los ministros eclesiales laicos] son el rostro de Dios”, dijo Bales. “Tenemos seis diáconos hispanos/latinos ordenados que apoyan a los sacerdotes en el ministerio de RICA. El Instituto Emaús está formando más catequistas. El movimiento apostólico llamado Koinonía es otra semilla que anima a las personas a recibir los sacramentos. La invitación a la comunidad fiel a través de grupos de oración, adoración eucarística y Misa les ayuda a ver el amor de Dios y se transmite en el idioma que la comunidad latina entiende.
“El Espíritu Santo se mueve y obra entre nosotros, incluso en los momentos más difíciles”, continuó. “El centro de la fe es el amor y acerca a más personas a Dios. La gente quiere un vínculo más estrecho con otros católicos. RICA en español ayuda a las comunidades a dar un paso más hacia ese vínculo más estrecho. RICA tiene un comienzo, un camino y un destino”.
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Diseño gráfico de Barbara Simon-Johnson.
Fotografía destacada cortesía de CNS photo/Sam Lucero, The Compass.