Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
“¡Estén preparados! ¡Estén vigilantes! Porque no saben cuándo llegará ese momento” (Marcos 13:33).
La lectura del Evangelio del primer Domingo de Adviento marca el tono de toda la temporada de Adviento. ¿Cómo debemos estar preparados y vigilantes durante esta temporada en la que nos preparamos para la venida de Cristo?
La pandemia de coronavirus significa que los preparativos serán diferentes este año. La temporada navideña también será diferente. Nuestras reuniones con familiares y amigos serán más pequeñas, si es que podemos reunirnos con ellos. La asistencia a las liturgias de Adviento y Navidad será menor que en años pasados, y extrañaremos poder cantar villancicos juntos y algunas de las otras tradiciones de temporada en nuestras parroquias.
Mantenernos alerta y vigilantes requiere algunas cosas diferentes de nosotros en este momento. Nos preparamos bien para la venida de Cristo cuando anteponemos las necesidades de los demás a las nuestras, cuando nos sacrificamos por el bien de los demás. Esto significa usar una máscara para disminuir la amenaza de propagar el COVID-19, practicar el distanciamiento físico y lavarnos las manos con frecuencia. Nos han pedido que hagamos estas cosas durante mucho tiempo, y algunos días estamos comprensiblemente cansados de hacerlas. Pero estas sencillas prácticas demuestran amor y compasión por los demás, especialmente por los más vulnerables. Son una forma importante de mostrar amor a nuestro prójimo durante un momento difícil para todos.
La pandemia ha causado demasiadas enfermedades y muertes en todo el mundo, y yo continuo orando para que termine pronto. Pero también nos ha enseñado algunas lecciones importantes sobre lo que es realmente importante en nuestras vidas, sobre el valor de la comunidad y la necesidad de estar conectados de cualquier manera que podamos, y la necesidad de estar cerca de Jesús y unos de otros en nuestras comunidades parroquiales. Y especialmente en la celebración de la Eucaristía, a la que muchas personas han tenido que renunciar durante meses.
El Evangelio nos dice: “¡Estén atentos! ¡Estén alerta!” Cristo viene. Sabemos que esto es cierto. Aún así, para muchas personas en nuestra diócesis, este es un momento de mucha incertidumbre, estrés y ansiedad. Creo que la Santísima Virgen sabe cómo se sienten. Cuando el ángel Gabriel visitó a María para anunciarle que daría a luz a Jesús, ella también estaba temerosa y ansiosa. Pero ella confió en Dios y nosotros debemos hacer lo mismo. Nos preparamos bien durante esta temporada cuando seguimos el ejemplo de María y cuando lo hacemos como toda una comunidad católica. Unámonos, como podamos, para estar atentos y alertas a la venida de Cristo, tanto en Navidad como en el fin de los tiempos. Viene con amor, esperanza y paz para todos.
Que usted y sus seres queridos tengan una temporada de Adviento bendita y una Navidad santa y feliz.
Sinceramente suyo en Cristo,
+OBISPO DONALD J. KETTLER
Obispo Kettler es el noveno obispo de la Diócesis de St. Cloud.